El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha reclamado este domingo «un alto el fuego humanitario inmediato e incondicional» en la Franja de Gaza, al tiempo que ha pedido a todas las partes que «lo acepten y apliquen en su totalidad».
Sin embargo, se trata de un comunicado y no de una resolución, ya que el documento, presentado por Jordania, no ha sido sometido a votación por el momento. El representante jordano ante la ONU ha dicho que la votación podría tener lugar «cuando todos los países miembro crean que la resolución sería útil».
El texto aprobado resalta la «grave preocupación ante el deterioro de la situación como resultado de la crisis en Gaza, así como por la pérdida de vidas civiles», según ha informado la agencia Inner City Press.
«El Consejo de Seguridad reclama el respeto total al Derecho Humanitario, incluido la protección de la población civil, y reitera la necesidad de tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad, bienestar y protección de los civiles», agrega.
Asimismo, pide a todas las partes que «hagan esfuerzos para lograr un alto el fuego duradero y respetado, basado en la iniciativa egipcia», que fue rechazada la semana pasada por las milicias palestinas al considerar que era insuficiente.
Un total de 1.035 palestinos han muerto en el marco de la operación 'Margen Protector', mientras que el número de heridos supera los 6.200, según el balance oficial. Cerca del 80% de las víctimas son civiles, según los datos facilitados por Naciones Unidas.
Por otra parte, han fallecido 43 soldados y dos civil israelíes, así como un civil de nacionalidad tailandesa. La muerte de todos los soldados israelíes se ha producido después de la decisión tomada el jueves por el Gobierno israelí de iniciar una operación terrestre contra el enclave.
La ofensiva israelí
La ofensiva israelí se inició tras semanas de tensiones catalizadas por el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en los alrededores de Hebrón. Durante los días siguientes las fuerzas de seguridad de Israel lanzaron una operación de búsqueda en la que murieron nueve civiles palestinos en Cisjordania, así como varios más en intercambios de disparos en la Franja de Gaza.
La situación se deterioró después de que un adolescente palestino fuera secuestrado y quemado vivo en el Bosque de Jerusalén por un grupo de israelíes que presuntamente actuaron en venganza por el suceso previo. Al menos tres de los seis detenidos han confesado haber participado en el asesinato.
Finalmente, el 8 de julio se inició la operación 'Margen Protector' contra Hamás, al que Israel acusa de estar detrás de la muerte de los tres jóvenes israelíes, si bien la formación lo ha negado y Tel Aviv no ha aportado pruebas que respalden sus acusaciones. La autoría del suceso fue reclamada por el brazo armado de Al Fatá, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
Naciones Unidas informó sobre numerosos ataques por parte de las fuerzas israelíes contra la Franja de Gaza antes de la actual escalada del conflicto. En base a estos datos, los bombardeos y disparos de tanques registrados entre el 11 de junio y el 6 de julio mataron a doce presuntos milicianos y un niño e hirieron a 30 personas, fundamente civiles.
Estos ataques provocaron daños a once escuelas, un pozo del que dependían 15.000 personas, un centro de salud y un almacén gestionado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA).