Al menos 194.000 menores necesitan ayuda psicológica en la Franja de Gaza, que sufre desde hace hoy 22 días el ataque de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) como parte de la operación 'Margen Protector', según ha informado la ONG internacional Save The Children.
«Muchos han visto morir a sus familias, están heridos o desplazados. Más de 100.000 niños han tenido que dejar sus casas con sus familias, la mayoría refugiados en las escuelas donde deberían empezar el curso después del verano», ha indicado la organización, que ha indicado que hay 130 escuelas dañadas.
La ONG ha recordado que una de cada cuatro víctimas mortales de los bombardeos sobre territorio palestino, que ya suman más de 1.100, eran menores y que la operación israelí ha coincidido precisamente con la festividad musulmana del Ramadán, que concluyó este lunes.
«En vez de jugar en la calle como normalmente hacen cuando celebran el fin del Ramadán, miles de niños en Gaza están de luto por sus padres y cientos están enterrados con sus familias. En lugar de vivir una fiesta, sienten miedo, incertidumbre y desesperación», ha lamentado.
Además, según los datos de Save The Children, 22 instalaciones sanitarias han sido dañadas o destruidas durante los bombardeos, y los «numerosos restos de explosivos» ponen en peligro a niños y familias.
Como consecuencia, «el acceso a la atención sanitaria está extremadamente restringido», precisamente en un momento en que, de acuerdo con las organizaciones locales, «se ha duplicado el número de partos prematuros debido al trauma de las madres». En total, se estima que hay 45.000 mujeres embarazadas en la región, de las que 5.000 están desplazadas, ha explicado.
El codirector de la ONG en la zona, David Hasell, ha denunciado que «los niños en Gaza e Israel están pagando el precio del fracaso político» que supone el conflicto y ha incidido también en el «fallo» de la comunidad internacional «debido a su incapacidad para utilizar toda su influencia diplomática para poner fin de inmediato al derramamiento de sangre».
«Los niños nunca comienzan las guerras –ha recordado–, pero son los que están siendo asesinados, mutilados, traumatizados, obligados a dejar sus casas, aterrorizados y permanentemente asustados».
La organización ha explicado que la atención a las necesidades de la zona supone un «serio peligro» a falta de «un compromiso claro de alto el fuego», aunque ha asegurado que «está haciendo todo lo posible para llegar al mayor número de familias afectadas».
Por ello, ha urgido tanto a Israel y Palestina como a la comunidad internacional a «poner fin a la violencia», de acuerdo con la solicitud del Consejo de Seguridad de la ONU, como «inmediata prioridad» en la zona.
Además, ha insistido en la necesidad de alcanzar una «solución sostenible» al conflicto, que, a su juicio, pasa por «un acuerdo entre las partes, con medidas a largo plazo que aborden las reclamaciones de los palestinos, incluido el fin del bloqueo» impuesto a la franja.