El Tribunal Constitucional de Uganda ha invalidado este viernes la ley, aprobada por el presidente Yoweri Museveni en febrero de 2014, por la que se condenaba a cadena perpetua a los homosexuales y prohibía la existencia de asociaciones de gays y lesbianas.
El tribunal ha estimado que la normativa es anticonstitucional ya que no contó con el mínimo de votos necesarios, al menos el respaldo de un tercio de los parlamentarios presentes en el momento de la votación, cuando se aprobó el pasado 20 de diciembre, según informaron corresponsales del portal Buzzfeed presentes en la sala en el mommento de la sentencia.
El tribunal responde así a la petición de diez activistas de Derechos Humanos, académicos y políticos de la oposición. El Gobierno también había recibido la presión internacional, en particular de Estados Unidos que anunció sanciones como la prohibición de la entrada al país de las autoridades ugandesas.
Sin embargo, la derogación de la ley no acaba con la persecución de la homosexualidad en el país, que ya que todavía se considera delito. La homosexualidad se condena con la cárcel y la normativa de Museveni establecía además la cadena perpetua y la prohibición de las asociaciones LGTB. Aunque la decisión permite a los homosexuales volver a hacer su vida normal, no se descarta una oleada de violencia homófoba ante la postura del TC.
Según un estudio de las Minorías Sexuales de Uganda, desde que se votó la ley se ha registrado un incremento del acoso, el chantaje, los desalojos y la tortura hacia los homosexuales. El Proyecto de Refugiados de la Ley también ha visto censuradas varias de sus actividades por «promover la homosexualidad», según el Gobierno.