El balance del terremoto de magnitud 6,3 en la escala abierta de Richter registrado el domingo en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, ha aumentado a 589 muertos y más de 2.400 heridos, según ha informado este miércoles el Departamento de Asuntos Sociales provincial.
En base a las informaciones publicadas por la agencia china de noticias Xinhua, un total de 504 personas han muerto en el condado de Ludian, mientras que otras 72 han fallecido en el condado de Qiaojia.
Múltiples carreteras han quedado bloqueadas a causa del seísmo y, pese a que China ha enviado a miles de soldados a la zona para colaborar en las tareas de rescate, las mismas están siendo complicadas.
El primer ministro chino, Li Keqiang, visitó el martes el lugar del terremoto y se reunió de urgencia con los altos cargos del Departamento Central, así como con mandos del Ejército y la Policía Armada, a los que advirtió de que hay que acelerar en la medida de lo posible las tareas de rescate. «No podemos rendirnos hasta el último minuto», añadió.
Li dio prioridad al rescate de los desparecidos y los atrapados por los escombros y pidió que se traslade a los heridos más graves a los hospitales de las regiones cercanas que cuenten con mejores medios. El primer ministro también alertó a los trabajadores de rescate del peligro de temblores secundarios o corrimientos de tierras.
El terremoto tuvo lugar a las 16.30 horas del domingo y su hipocentro se ha situado a doce kilómetros de profundidad. El epicentro está localizado en Longtoushan, a 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Ludian, en el condado de Zhaotong, según ha indicado el Centro Nacional de Seguimiento de Terremotos de China.