Los presidentes de Estados Unidos y Ucrania, Barack Obama y Petro Poroshenko, respectivamente, han advertido este lunes de que «cualquier intervención rusa en Ucrania sin una autorización expresa y formal por parte del Gobierno ucraniano sería inaceptable».
En una conversación telefónica, Obama ha reiterado a Poroshenko «el fuerte apoyo de Estados Unidos a la soberanía e integridad territorial de Ucrania«, según ha informado la Casa Blanca a través de un comunicado.
Poroshenko, por su parte, ha trasladado a Obama su «compromiso con el esfuerzo realizado por el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) para entregar ayuda humanitaria a la consternada población del este de Ucrania».
«Obama se ha mostrado consciente de la urgencia de estos esfuerzos humanitarios» y, de acuerdo con un comunicado difundido por Kiev, ha expresado su apoyo al envío de una misión humanitaria a Lugansk bajo el auspicio del CICR, reiterando «la intención de Estados Unidos de participar en misiones humanitarias internacionales».
Además, según la Casa Blanca, el jefe de Estado norteamericano «ha animado a Poroshenko a seguir ejerciendo la moderación en las operaciones militares (que lleva a cabo en el este de Ucrania) para evitar víctimas civiles».
Ambos líderes han coincidido en que, «a la luz de la actual violencia e inestabilidad, todas las partes deben priorizar los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución política a la crisis ucraniana».
Asimismo, Obama y Poroshenko han acordado reunirse en el marco de la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará entre el 4 y el 5 de septiembre en la ciudad británica de Newart.