El presidente ruso, Vladimir Putin, ha defendido este martes que la crisis en Ucrania no puede resolverse con una mayor escalada militar o sin el diálogo con los representantes de las regiones de habla rusa del este. Por su parte, su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, ha asegurado que su objetivo principal es acabar con el «derramamiento de sangre».
«Estamos convencidos de que hoy, (la crisis ucraniana) no puede resolverse con una mayor escalada del escenario militar, sin tener en cuenta los intereses vitales de las regiones del sureste del país y sin un diálogo pacífico con sus representantes», ha afirmado Putin.
En declaraciones en un encuentro de alto nivel en Minsk, en el que también está Poroshenko, Putin ha dicho que la economía rusa podría perder unos 100.000 millones de rublos (2.770 millones de euros) si los bienes de la UE llegan a Rusia vía Ucrania, sin pagar las tarifas que impone Moscú a estos productos.
«Rusia no puede quedarse de brazos cruzados en ese caso y nosotros simplemente nos veremos obligados a adoptar medidas decisivas para proteger nuestro mercado», ha explicado, añadiendo que esto incluiría revocar las preferencias comerciales para las importaciones procedentes de Ucrania. El mandatario ruso ha subrayado que Bielorrusia y Kazajistán, socios de Moscú en su unión aduanera, también se verían afectados.
Compromiso político
Por su parte, Poroshenko ha subrayado que «el futuro del mundo y Europa se está decidiendo aquí». «El objetivo de mi visita a Minsk es detener el derramamiento de sangre y lanzar el proceso de buscar un compromiso político», ha asegurado, citado por la agencia rusa Itar-Tass.
El presidente ucraniano ha afirmado que los «intereses» de las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este, «deberían y serán tenidos en cuenta» para ello. En este sentido, ha defendido que su plan de paz sigue estando vigente y ha pedido al resto de mandatarios presentes que «lo analicen una vez más y lo acepten».
Asimismo, ha propuesto la creación de un grupo especial para supervisar las «pérdidas reales» que sufra la unión aduanera que encabeza Rusia por el acuerdo comercial suscrito por Kiev con la UE. «Una vez que las pérdidas se conozcan, podemos hablar sobre mecanismos de compensación o protección», ha añadido.
Por último, ha invitado a Rusia, Bielorrusia y Kazajistán así como a la UE, que estaba representada en esta cita por la jefa de la diplomacia, Catherine Ashton, en la conferencia de donantes que se celebrará en Ucrania este otoño.
Ashton ha dicho que su misión en esta cita es garantizar que la antigua república soviética puede salvaguardar la integridad de su territorio, gozar de «un futuro económicamente viable» y de «buenas relaciones con sus vecinos».