El exlíder del Partido Democrático Unionista (DUP) y exministro principal del Ulster Ian Paisley ha fallecido este viernes a los 88 años de edad, según ha anunciado su mujer, Eileen, y recoge el diario 'Belfast Telegraph'.
«Mi querido marido, Ian, ha iniciado su descanso eterno esta mañana», ha anunciado, reconociendo que la familia está rota por su pérdida. «Por expreso deseo de Ian, su funeral será privado y a él asistirá solo la familia, al igual que a su entierro», ha precisado.
Asimismo, ha anunciado que próximamente se celebrará un «servicio memorial público» para que «aquellos que le admiraban puedan expresar su gratitud por su vida y el pesar por su muerte». «No habrá más comentarios o declaraciones mías o de mi familia», ha remachado.
De predicador a ministro principal
Paisley, que fue predicador antes de dedicarse a la política, fundó el DUP en 1971 y en 1979 consiguió un escaño en el Parlamento Europeo. El líder unionista fue uno de los más férreos detractores del proceso de paz con el Ejército Republicano Irlandés (IRA) que culminó con los Acuerdos de Viernes Santo en 1998.
Tras décadas de rechazo total hacia los republicanos y en particular hacia el Sinn Fein, brazo político de IRA, en mayo de 2007 se convirtió en ministro principal de Irlanda del Norte en un gobierno de unidad junto al Sinn Fein, cuyo líder Martin McGuinness pasó a ocuparel puesto de viceministro principal. Paisley abandonó el cargo tan solo un año después, pasando el testigo tanto del Gobierno de Stormont como del DUP a Peter Robinson.
En un comunicado, McGuinness ha lamentado su muerte. «Durante décadas fuimo oponentes políticos y mantuvimos puntos de vista muy diferentes en muchas cuestiones, pero en una cosa estábamos absolutamente unidos: el principio de que nuestro pueblo era más capaz de gobernarse a sí mismo que ningún Gobierno británico».
El dirigente del Sinn Fein ha elogiado particularmente «el trabajo que hizo en los últimos días de su vida política para generar acuerdo y llevar al unionismo hacia un nuevo acomodo con republicanos y nacionalistas».
Por último, McGuinness ha reconocido que durante el tiempo que trabajaron juntos forjaron «una amistad que, pese a nuestras muchas diferencias, duró más allá de su mandato».