La Policía canadiense está investigando a un hombre llamado Michael Zehaf-Bibeau como posible sospechoso del tiroteo, según ha informado a Reuters una fuente cercana al caso.
Por su parte, dos funcionarios estadounidenses han indicado que el autor del tiroteo sería un canadiense convertido al Islam. En concreto, uno de ellos ha detallado que sería de Quebec.
Michel Zehaf-Bibeau, el hombre identificado como responsable del tiroteo registrado este miércoles en los alrededores del Parlamento de Canadá, tenía antecedentes criminales por robo y posesión de drogas, según ha informado la cadena de televisión pública canadiense, CBC.
Los documentos judiciales obtenidos por la citada cadena revelan que Zehaf-Bibeau, nacido en 1982, se declaró culpable de posesión de drogas en 2004, tras lo que fue sentenciado a 60 años de cárcel.
Zehaf-Bibeau ha muerto tras ser tiroteado por las fuerzas de seguridad en el interior del Parlamento, donde se refugió instantes después de matar a un militar junto al monumento a los caídos que hay frente a la sede legislativa.
Este nuevo incidente se suma al ocurrido el lunes en Quebec, donde un joven «radicalizado» atropelló a dos soldados, uno de los cuales falleció. El autor del atropello murió posteriormente por disparos de la Policía.
Las autoridades han relacionado este primer suceso con la «ideología terrorista». A raíz del ataque del lunes, el Gobierno de Canadá ya había decidido elevar el nivel de amenaza terrorista de 'bajo' a 'medio'.
Canadá «no se verá intimidado»
El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, ha afirmado este miércoles que el país «no se verá intimidado» por los últimos ataques en su territorio, tras la muerte de dos soldados en sendos ataques ejecutados esta semana.
«Que no haya malentendidos: no seremos intimidados. Canadá nunca será intimidado», ha dicho, según ha informado la cadena de televisión pública canadiense, CBC.
«Por segunda vez esta semana ha habido un ataque brutal y violento en nuestro territorio», ha agregado, antes de subrayar que «se trata de ataques contra el país, sus valores y su sociedad». «Son ataques contra los canadienses como pueblo libre y democrático que defiende la dignidad de todos», ha sostenido.
Harper, que ha ensalzado la figura de las fuerzas de seguridad y los ciudadanos canadienses, ha asegurado que «en los próximos días se sabrá más acerca del terrorista (que ha protagonizado el ataque de este miércoles) y los cómplices que haya podido tener».
«Los eventos de esta semana son un siniestro recordatorio de que Canadá no es inmune al tipo de ataques terroristas que hemos visto en otras partes del mundo. Estos ataques contra nuestro personal de seguridad e instituciones son ataques contra nuestro país», ha recalcado.
Así, el primer ministro canadiense ha manifestado que este tipo de sucesos «llevarán al fortalecimiento de la determinación de Canadá y a la multiplicación de sus esfuerzos para tomar todas las medidas necesarias para identificar de hacer frente a las amenazas y mantener la seguridad».
«Asimismo, nos llevarán a fortalecer nuestra determinación y redoblar nuestros esfuerzos para trabajar con nuestros aliados en todo el mundo y luchar contra las organizaciones terroristas que quieren llevar su salvajismo a nuestras costas. No tendrán un lugar seguro», ha advertido.
Operaciones contra el EI
Estos sucesos han tenido lugar pocas semanas después de que el Parlamento de Canadá autorizara participar en las operaciones de combate de la coalición internacional que combate contra el grupo extremista Estado Islámico en Irak y Siria.
Canadá desplegará seis cazabombarderos CF-18, dos aviones de vigilancia CP-140, un avión de repostaje en vuelo y 600 miembros del personal durante un periodo de seis meses.
Estado Islámico es una organización 'yihadista' nacida en Irak y relacionada –aunque no vinculada– con la red terrorista Al Qaeda. Con la sublevación en 2011 contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.
El grupo proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.