Venezuela ha llamado a consultas a su embajador en España, como parte de su «proceso de revisión integral de las relaciones diplomáticas» entre ambos países, a consecuencia «de las declaraciones injerencistas» del presidente español, Mariano Rajoy.
«El Ministerio para Relaciones Exteriores de Venezuela hace de conocimiento público que en el marco del proceso de revisión integral de la relaciones diplomáticas con el reino de España, como consecuencia de las declaraciones injerencistas de Mariano Rajoy, ha decidido llamar a consulta al embajador de Venezuela acreditado en el reino de España», ha dicho en un comunicado.
La llamada a consultas de un embajador es una herramienta de protesta diplomática y equivale a una retirada temporal del embajador del país que protesta.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ya ordenó el viernes pasado revisar «todas las relaciones con España» por la «injerencia» de Rajoy, a quien recriminó su respaldo a la causa del líder opositor venezolano Leopoldo López.
«He ordenado al vicepresidente político y canciller, Rafael Ramírez, que revise todas las relaciones con España por el acto inamistoso y de apoyo a los grupos de ultraderecha por parte del señor Rajoy», anunció Maduro en un discurso televisado.
Además, dijo que Rajoy «no tiene moral» para hablar de Venezuela dado el «desastre» y la «tragedia» que vive España. «Viene usted a alentar desde España el terrorismo contra Venezuela, cuando usted en sus narices le ha quitado la vivienda a más de 700.000 españoles», recalcó.
La decisión del Gobierno venezolano de llamar a consultas a su embajador en España llega horas después de que el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, haya defendido el diálogo entre el Ejecutivo de Caracas y la oposición venezolana para poner fin a la violencia y garantizar la «convivencia pacífica entre los venezolanos más allá de sus diferencias políticas».
En la sesión de control al Ejecutivo español en el Senado, el ministro ha evitado responder a la amenaza lanzada el viernes pasado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que anunció haber dado órdenes a su canciller de «revisar» la relación bilateral con España, sin citar medidas concretas.
El anuncio de Maduro fue consecuencia del malestar que suscitó en el Gobierno venezolano que Mariano Rajoy recibiera la semana pasada en la sede del PP a Lilian Tintori, la mujer de López, encarcelado tras ser acusado de ser el «autor intelectual» de las protestas antigubernamentales en Caracas.
No es la primera vez que Maduro ordena revisar la relación con España. Ya lo hizo en julio de 2013 cuando se produjo el incidente con varios países europeos y el avión del presidente boliviano, Evo Morales, tras una supuesta información de la CIA de que en la aeronave viajaba el exanalista de la CIA Edward Snowden, autor de la filtración que desveló la existencia de un programa masivo de escuchas por parte de la administración norteamericana.
Juicio contra Leopoldo López
López está siendo juzgado, junto a cuatro líderes estudiantiles, por los delitos de daño, incendio, instigación y asociación para delinquir, por los que podrían ser condenados a hasta diez años de cárcel.
Los hechos se remontan al 12 de febrero, cuando miles de personas salieron a las calles de Caracas para protestar contra el Gobierno de Maduro y decidieron marchar hacia la Fiscalía, donde fueron interceptados por los grupos armados afines al Ejecutivo, dando lugar a un duro enfrentamiento.
Las autoridades venezolanas consideran que López es el «autor intelectual» de estos disturbios, que marcaron el inicio de la actual crisis –que se ha saldado con 43 muertos, cerca de un millar de heridos y cientos de detenidos–, por convocar la marcha hacia la Fiscalía.
López está detenido desde el pasado 18 de febrero en la prisión militar de Ramo Verde, cerca de Caracas, donde, según ha denunciado su familia y la oposición, es víctima de numerosos abusos, como aislamiento injustificado e interceptación de las comunicaciones.