El balance de víctimas del atentado perpetrado este domingo por los talibán paquistaníes en el paso fronterizo de Wagah, que comunica la ciudad de Lahore con India, ha ascendido a al menos 59 muertos y más de un centenar de heridos.
Mushtaq Sukhera, inspector general de la Policía para el estado de Punjab, cuya capital es Lahore, ha explicado en declaraciones a la cadena Geo TV que el suicida se acercó a la puerta del paso fronterizo cuando la multitud estaba ya marchándose después de asistir a una ceremonia de izado de bandera.
Las imágenes transmitidas por las televisiones paquistaníes muestran comercios y edificios destruidos por la explosión. Todos los hospitales de la ciudad de Lahore están en situación de emergencia y en algunos los cuerpos están siendo depositados en los vestíbulos ante la falta de espacio.
Las informaciones preliminares que manejan las autoridades apuntan a que en el atentado han sido utilizados entre 10 y 15 kilogramos de explosivos, que habrían pasado sin ser detectados a través de cuatro puestos de control antes de que el suicida se inmolara.
Los talibán paquistaníes han asegurado que el atentado ha sido ejecutado en respuesta a la ofensiva antiterrorista del Ejército en las regiones tribales del oeste de Pakistán, que ha causado en los últimos meses centenares de muertos entre insurgentes y civiles.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, ha condenado el atentado recalcando que su Gobierno «no permitirá que los terroristas tengan éxito en sus intentos por dividir y atemorizar a la nación, que permanece unida ante la retorcida ideología de los extremistas».
Así, ha reiterado que la operación 'Zarb e Azb' lanzada por el Ejército en la provincia de Waziristán continuará en marcha «hasta que el último terrorista haya sido expulsado de la zona», tal y como ha recogido Geo TV.
A las condenas se han sumado el líder de los opositores Pakistan Tehreek-i-Insaf, Imran Jan, y el del también opositor Movimiento Muttahida Qaumi (MQM), Altaf Hussein.