El Ejército burkinés ha disuelto a los miles de manifestantes concentrados este domingo en el centro de la capital, Uagadugú, a convocatoria de los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil para exigir que el Ejército entregue el poder a una administración civil tras el golpe de Estado posterior a la renuncia del presidente Blaise Compaoré el pasado viernes.
Durante la manifestación han denunciado el golpe de Estado y han exhibido pancartas con lemas como «Zida = Judas» o «Zida, márchate». «Vienen de Kossyam para esclavizarnos», denunciaba un manifestante, Sanou Eric, refiriéndose al palacio presidencial. «Es un golpe de Estado. Zida ha salido de la nada», añadía. «Estoy aquí para impedir que el Ejército nos robe nuestra victoria», ha reivindicado otro manfiestante, Boubacar Sow.
Compaoré, que llevaba 27 años en el poder, tuvo que anunciar su dimisión el viernes tras dos días de manifestaciones masivas de la oposición lo que se tradujo en la toma del poder por el jefe del Estado Mayor del Ejército, Honoré Nabéré Traoré, y posteriormente por el teniente coronel Yacouba Isaac Zida, que recibió el sábado el respaldo del Estado Mayor del Ejército. La primera medida del régimen militar ha sido la suspensión de la Constitución.
Tras conocerse el apoyo del Ejército a Zida, las formaciones de la oposición convocaron a la ciudadanía a las 8.00 horas de este domingo en la plaza de la Nación de la capital para exigir una transición civil y la restitución de la Constitución.
En medio de la presión de los manifestantes, testigos presenciales han relatado que un general y el dirigente opositor Saran Sereme se encaminaron a la sede de la televisión pública, RTB, para anunciar un gobierno de transición, pero el Ejército frustró la inciativa. Incluso se pudieron escuchar algunos disparos en la sede de la cadena, aunque no hay noticia de heridos.
Poco después la Guardia Presidencial se desplegó para impedir el acceso a la plaza de la Nación, epicentro de las últimas movilizaciones contra Compaoré.
Fuentes militares del entorno de Zida han informado este domingo de que tiene intención de reunirse con representantes de más de 40 partidos de oposición a lo largo de la jornada para realizar un anuncio oficial esta misma tarde.
Mientras, la comunidad internacional va perfilando su posición contra el golpe de Estado. Estados Unidos ha pedido una transferencia del poder a una autoridad civil y desde la ONU advierten de que se podrían imponer sanciones si Zida no abandona la jefatura del Estado.
La Constitución burkinesa especifica que en caso de dimisión del presidente, es el presidente de la Asamblea Nacional quien debe hacerse cargo de la jefatura del Estado y que deberá organizar unas elecciones en un plazo de 90 días. Sin embargo, el Ejército ha suspendido la Constitución y disuelto el Legislativo.