La Oficina de Extranjería belga retiró el permiso de residencia a 112 españoles en 2014 por considerar que suponían una carga exagerada para las arcas de la Seguridad Social del país, cifra que representa una reducción del 37% respecto a los 178 casos registrados el año anterior.
Los españoles ocupan el tercer lugar en número de expulsiones, solo por detrás de rumanos (427) y búlgaros (121). En total, Bélgica retiró el permiso de residencia a lo largo del año pasado a un total de 1.040 ciudadanos europeos por abusar de las ayudas sociales, un 38% menos que en 2013, según las cifras difundidas por la Oficina de Extranjería belga.
Si se suman los expulsados por no cumplir con los requisitos exigidos para residir en Bélgica -como contar con un contrato laboral, ser estudiante o tener actividad como autónomo-, la cifra total asciende a 2.042 ciudadanos de la UE (frente a 2.712 en 2013).
El hecho de que un ciudadano europeo reciba durante al menos tres meses una prestación de integración social puede considerarse, según la normativa belga, como una carga exagerada. Las personas afectadas pueden introducir un recurso o una nueva petición.
Si se le retira el permiso de residencia, el ciudadano de la UE recibe un aviso de la Oficina de Extranjería de que se le va a enviar una «orden de abandonar el territorio». Ello no significa, según aclaran las autoridades belgas, que la persona en cuestión vaya a ser expulsada, sino que se ha puesto fin a su derecho de residencia, ya no está inscrita en el registro de extranjeros y ya no tiene derecho a ningún tipo de prestación.