La policía keniata ha disuadido las protestas de un grupo de escolares usando gas lacrimógeno. Los hechos, que han sucedido en un centro de educación Primaria situado en Nairobi han terminado con tres heridos que han tenido que ser trasladados al Nairobi West Hospital.
Los estudiantes protestaban alrededor del colegio Langata Road por la instalación de una valla que separaba el centro de un solar que los niños usaban a modo de patio de recreo. La policía acudió al lugar con perros y, argumentando que estaban allí “para cumplir órdenes”, actuaron usando este producto químico.
La policía justifica esta acción culpando a aquellos que incentivaron la protesta. “Estos niños deberían haber estado en la escuela y no fuera tomando parte en la manifestación” ha declarado el Inspector General de la Policía Samuel Arachi al medio regional The Standard, quien ha hablado después de que Elijah Mwangi haya sido cesado de su puesto como jefe de policía de Langata por su participación directa en lo sucedido.
Sin embargo, las reacciones de otros partidos condenan este comportamiento de la policía. Grupos de la oposición, como CORD (Coalition for Reforms and Democracy) o ODM (Orange Democracy Movement) son algunos de los que se han pronunciado al respecto y que piden que Uhuru Kenyatta, presidente del gobierno keniata, se disculpe. Sin embargo, Kenyatta no ha hecho aún declaraciones.
‘The Law Society of Kenya’ ha nombrado un equipo compuesto por 11 abogados que denunciarán a los oficiales de policías culpables de esta “brutalidad”, aunque aún desconocen qué oficial dio la orden de atacar a los alumnos. “Los abogados seguirán el proceso legal para identificar a los autores del peor ataque a nuestros jóvenes desde la independencia” le comunicaba el presidente de la asociación al diario keniata.
Una vez más, las redes sociales han sido fundamentales para dar a conocer esta noticia a nivel internacional, a través del hasthag #OccupyPlayGround (#OcupaelPatiodeRecreo).