La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha advertido este viernes de que «nadie le puede decir que se calle», en alusión a las críticas que ha recibido por especular sobre el móvil del presunto asesinato del fiscal Alberto Nisman, que murió en extrañas circunstancias mientras investigaba el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
«La libertad de expresión es para los 40 millones de argentinos. Nadie desde otro poder le puede decir a la presidenta que se calle la boca y que no hable. Hablar voy a hablar, y todas las veces que yo quiera», ha dicho desde la Casa Rosada.
Fernández de Kirchner ha respondido, en concreto, a «las manifestaciones que ha escuchado en los últimos días sobre una ONG que incluye a jueces y magistrados», según ha informado el diario argentino 'La Nación'.
«Si desde la Corte hasta el último de los jueces y fiscales pueden hablar ¿Cómo no voy a poder hacerlo yo, que soy la presidenta? Por favor, lean la Constitución: dice que todos los habitantes son iguales, cualquiera que sea el cargo que ostente», ha recordado.
Además, ha recordado que «cuando los jueces y fiscales hablan también forman opinión, y cuando tienen causas también crean opinión», por lo que les ha instado a aplicarse sus propios consejos sobre comentar procesos judiciales.
La jefa de Estado ha recalcado que «la libertad de expresión debe ser respetada no solamente para los que critican, insultan y agravian», refiriéndose a un 'tweet' de Diego Lagomarsino, el técnico informático que le dejó a Nisman la pistola que le mató.
«Los insultos de los mediocres nunca me importaron ni me importarán jamás», ha afirmado la líder izquierdista, respondiendo al mensaje de Lagomarsino, en el que criticaba contundentemente a Fernández de Kirchner.
Primera aparición pública en un mes
La presidenta ha reaparecido en público este viernes después de pasar un mes de retiro en la residencia oficial de Los Olivos debido a una serie de problemas de salud, el último de ellos, una fractura en el pie izquierdo.
«Acá estoy un poco averiada, como la batalla naval, pero jamás hundida», ha dicho en una cadena nacional en la que ha estado arropada por el portavoz del Gobierno, Jorge Capitanich; el vicepresidente, Amado Boudou; el ministro de Economía, Axel Kicillof; y 17 gobernadores.
Muerte de Nisman
El cadáver de Nisman fue encontrado alrededor de las 22.00 (hora local) del 18 de enero en su casa, ubicada en el 13º piso de la torre Le Parc, en Buenos Aires. El fiscal del caso AMIA estaba tendido en el baño y con un disparo encima de su oreja derecha.
Aunque en un principio se barajó la hipótesis del suicidio, ahora tanto la familia como los investigadores lo han descartado. El Gobierno, por su parte, apunta a un complot de la Secretaría de Inteligencia (SINA) para derrocar al 'kirchnerismo'.
La muerte de Nisman ha causado una gran conmoción porque se produjo una semana después de que el fiscal acusara a Fernández de Kirchner y a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, de encubrir a los iraníes sospechosos de llevar a cabo el atentado de la AMIA.
El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino. A pesar de ello, sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.