lunes, septiembre 16, 2024
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El Estado Islámico abona y crece en el caos de Libia

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El Estado Islámico dice haber tomado Sirte, la ciudad natal del ex dictador Muammar Gaddafi, y ha difundido imágenes de sus milicianos por la ciudad, confirmando así su hasta ahora esporádica presencia en territorio libio.

La rama libia del Estado Islámico ha dado a conocer su existencia difundiendo a través de los foros yihadistas de Internet un amplio reportaje fotográfico sobre el que fuera el último bastión de Gaddafi en la guerra civil de 2011.

Los milicianos saludan de pie desde los todoterrenos Toyota en los que desfilan fuertemente armados –se pueden ver lanzagranadas y fusiles–, vestidos con uniformes militares y encapuchados para no ser reconocidos.

Las milicias de Misrata, aliadas del Gobierno rebelde de Trípoli, avanzan ya hacia Sirte para intentar recuperar la ciudad, pero, según han explicado al diario local 'Libya Herald', no intervendrán de forma inmediata.

El primer ministro oficial, Abdulá al Thinni, ha pedido bombardeos de potencias extranjeras para ayudar a las fuerzas locales a combatir a las milicias islamistas que controlan Trípoli, asegurando que tiene confirmada la presencia de Estado Islámico y Al Qaeda en la capital.

Libia también ha solicitado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el apoyo de países como Egipto e Italia, que levante el embargo de armas –impuesto durante la guerra civil de 2011– para facilitar la reconstrucción de las Fuerzas Armadas.

Libia sufre la peor crisis desde la caída de Gaddafi, el 20 de octubre de 2011. Con dos gobiernos y dos parlamentos –solamente unos oficiales, los de Tobruk– y continuos combates en el este, se teme que el país caiga en otra guerra civil.

Estados Unidos niega haber conocido los ataques egipcios

El Pentágono ha negado este jueves que el Gobierno egipcio notificara por adelantado a Washington los bombardeos que ejecutó contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico en Libia en respuesta a la decapitación de 21 ciudadanos coptos.

«No fuimos notificados con antelación. No participamos ni los apoyamos de ninguna forma, y no nos posicionamos respecto a ellos», ha dicho el portavoz del Pentágono, John Kirby, quien ha descrito las relaciones con Egipto como «complejas».

Pese a ello, ha confirmado que Egipto, que recibe 1.500 millones de dólares (unos 1.320 millones de euros) en ayuda anual estadounidense, es un aliado estratégico en la región. «Eso no ha cambiado», ha subrayado, según ha informado la cadena de televisión estadounidense FOX.

Egipto lanzó varios bombardeos contra las posiciones del grupo yihadista en Libia después de que la formación publicara un vídeo con la ejecución de 21 egipcios coptos secuestrados en el país entre los meses de diciembre y enero.

El portavoz del Ejército libio, Mohamed Heyazi, indicó que un total de 64 milicianos han muerto en los bombardeos en las ciudades costeras de Derna y Sirte, al tiempo que recalcó que los mismos se llevaron a cabo en coordinación con los militares libios.

Sin embargo, el primer ministro del Gobierno autoproclamado en Trípoli, Omar al Hassi, ha asegurado este jueves que el vídeo de la decapitación de 21 ciudadanos egipcios coptos es «falso», acusando a Egipto de buscar una intervención militar en Libia.

Preocupación en la Unión Europea

Los ministros de Defensa de la UE han manifestado este jueves su «extrema preocupación» por el conflicto que vive Libia y por la llegada y la presencia cada vez mayor del Estado Islámico en un territorio tan cercano a Europa.

Los Gobiernos de España y Reino Unido han condicionado este jueves que la comunidad internacional pudiera levantar el embargo de armas sobre Libia para ayudar a este país a hacer frente a la amenaza del terrorismo yihadista a que primero se constituya en este país un Gobierno de unidad nacional.

Los ministros de Exteriores español y británico, José Manuel García-Margallo y Philip Hammond, se han entrevistado en Madrid y, entre otros muchos temas, han abordado la crisis libia.

 Preguntados en rueda de prensa conjunta por la petición que han hecho Egipto y el Gobierno libio reconocido internacionalmente para que se levante el embargo de armas vigente desde 2011, Hammond ha advertido de que hoy por hoy, no existe un Gobierno libio que controle todo el territorio ni unas fuerzas armadas libias a las que la comunidad internacional pueda apoyar.

Por tanto, la «primera condición» para que la comunidad internacional respaldara una medida así «ha de ser la creación de un gobierno de unidad nacional», que es lo que está intentando conseguir el representante de la ONU en Libia, el español Bernardino León, a través de un proceso que, en opinión de Hammond, está teniendo «progresos».

Una vez que se consiga este objetivo, ha añadido, la comunidad internacional deberá «apoyar» a ese Gobierno de unidad para «asegurar que tenga los medios para luchar contra el terrorismo islamista».  Entregar armas a una de las facciones enfrentadas en Libia -hay dos Gobiernos, con sus correspondientes milicias que les defienden, que se disputan el poder– «no va a llevar a resolver la crisis libia ni va a hacer que Europa esté más segura, sino todo lo contrario, la va a poner más en riesgo», ha advertido.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha precisado este jueves que una intervención militar no es ni siquiera la segunda opción para frenar al Estado Islámico en Libia en caso de que no prosperen las negociaciones entre los dos gobiernos en conflicto, porque todavía cabe la posibilidad de una congelación de activos para impedir la financiación de armas y de actos de guerrilla.

En una entrevista en la Cope recogida por Europa Press, Margallo ha pedido no anticipar acontecimientos, porque el enviado especial de la ONU para Libia, Bernardino León, aún ve posible un acuerdo entre los dos Gobiernos y los dos Parlamentos en conflicto. «La única solución es un acuerdo y un Gobierno de unidad nacional que sea interlocutor de la comunidad internacional y nos diga qué quiere que hagamos», ha afirmado.

«Si esto falla el segundo plan no sería la intervención militar, sino la congelación de activos del Banco Central Libio y de la Compañía Petrolífera Nacional», ha precisado, explicando que actualmente el Banco está financiando a las dos partes en conflicto y que un 70 por ciento de esos activos están en Europa.

Eso sí, Margallo ha reconocido que la presencia del grupo terrorista Estado Islamico (EI) o DAESH en Libia es lo que más le preocupa, porque puede contagiar a todo el Sahel, está afectando a Egipto y puede afectar a Túnez.

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