El Gobierno peruano ha decretado este domingo el cierre temporal de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) para llevar a cabo una reorganización, tras las numerosas denuncias sobre espionaje a miembros del Ejecutivo y de la oposición.
El decreto, publicado en el diario oficial 'El Peruano', señala que el objetivo es «fortalecer la rectoría del sistema de inteligencia nacional, lograr mayores niveles de confianza en la ciudadanía y eficiencia en la producción de inteligencia en materia de seguridad nacional».
La DINI estará cerrada 180 días durante los cuales una «Comisión Reorganizadora de Alto Nivel», que estará integrada por tres expertos 'ad honorem' designados por el Consejo de Ministros, estudiarán los cambios necesarios para alcanzar dichos objetivos.
«Tendrá como objeto evaluar y proponer las normas que resulten necesarias para su reorganización en aspectos de profesionalización, racionalización y modificación de cuestiones operativas y administrativas», ha indicado el Gobierno.
«La Comisión tendrá un plazo de vigencia de 150 días calendarios, contados a partir de la designación de sus integrantes para presentar el Informe Final a la Presidencia del Consejo de Ministros», que deberá contener las propuestas y recomendaciones correspondientes, informa el Gobierno.
«Mientas dure el proceso de reorganización -añade la Presidencia peruana- se suspenderá la ejecución de acciones de inteligencia operativa, contrainteligencia y consolidación de apreciaciones a cargo de la DINI, que estarán a cargo de los órganos de inteligencia de los sectores de Defensa, Interior y Relaciones Exteriores».
En tanto concluya el proceso de reorganización y «con el objeto de prevenir, reducir riesgos y amenazas a la seguridad nacional, los órganos de inteligencia de los sectores mencionados, además de sus funciones, se encargarán de producir Inteligencia Nacional para el Presidente de la República y el Consejo de Ministros».
El presidente peruano, Ollanta Humala, anunció el cierre temporal de la DINI el pasado 9 de febrero como parte de los acuerdos alcanzados durante el diálogo nacional en el que participan varios partidos políticos para consensuar una agenda de Estado.
La DINI lleva meses bajo sospecha por las numerosas denuncias lanzadas desde la prensa peruana sobre el supuesto espionaje a importantes miembros del Gobierno, como la primera ministra, Ana Jara, y la vicepresidenta, Marisol Espinoza, así como de la oposición.
Perú y Chile también discuten sobre espionaje
Los ministros de Exteriores de Chile y Perú, Heraldo Muñoz y Gonzalo Gutiérrez, respectivamente, se han reunido este domingo en Uruguay para abordar el supuesto caso de espionaje orquestado por Santiago contra Lima.
Heraldo ha explicado a la prensa chilena que, tras la toma de posesión de Tabaré Vázquez como presidente uruguayo, celebrada hoy en Montevideo, se ha reunido durante unos diez minutos con su homólogo peruano «para intercambiar puntos de vista sobre el momento actual».
«Como se sabe, el Gobierno peruano ha enviado una nota a nuestro país y dialogamos sobre la materia y le reiteré que Chile responderá oportunamente la nota peruana. Lo haremos en los próximos días», ha dicho antes de coger un avión rumbo a Santiago.
Muñoz ha recalcado que esta breve conversación ha transcurrido «con un ánimo constructivo» coherente con «el camino de futuro» que el Gobierno de Michelle Bachelet quiere emprender con Perú. «Ese es el objetivo estratégico que tenemos por parte de Chile y tengo la impresión de que también es por parte de Perú», ha indicado.
Así, ha descartado que este supuesto espionaje vaya a dañar los vínculos bilaterales. «Todas las relaciones tienen altibajos, tienen momentos más o menos positivos, así que yo no caracterizaría la relación como un retroceso para nada», ha aclarado.
«Es un momento que hay que saber superar y el ánimo es positivo porque hemos estado teniendo reuniones muy importantes, ha habido gestos significativos por parte de ambos países y tenemos la voluntad política de mirar hacia el futuro», ha recalcado.
América Televisión reveló el pasado mes de febrero que varios oficiales peruanos habrían sido reclutados entre 2006 y 2011, durante el Gobierno de Álan García, por militares chilenos que se hicieron pasar por empresarios pesqueros italianos.
El canciller peruano ha asegurado que hay «pruebas claras y fehacientes» de este espionaje, en el que estarían implicados el técnico segundo Johnny Philco Borja, el técnico tercero Alfredo Domínguez Raffo y «un tercer caso».
El presidente peruana, Ollanta Humala, ha advertido de que, de confirmarse, «sería gravísimo» para las relaciones bilaterales, subrayando que su Gobierno «no va a aceptar actos inamistosos». Chile, por su parte, se ha comprometido a responder «con seriedad».