El Papa ha afirmado, ante la posibilidad de sufrir un atentado, que sólo le pide a Dios que no le duela porque es «muy cobarde para el dolor físico», en una entrevista concedida a la revista argentina La Cárcova News, a pocos días de que se cumplan dos años de su pontificado.
«Mira, la vida está en manos de Dios. Yo le dije al Señor: Vos cuídame. Pero si tu voluntad es que yo me muera o que me hagan algo, te pido un sólo favor: que no me duela. Porque yo soy muy cobarde para el dolor físico», ha puesto de manifiesto.
Por otro lado, el obispo de Roma, que se define como «un pecador cualquiera» afirma que el peor pecado es «renegar de Dios» y ha recomendado vivir «haciendo obras de fecundidad, obras de amor para el bien de la gente» porque «el peor pecado contra el amor» es quizás «renegar de una persona».
«Hay una persona que te ama, y tú reniegas de ella haciendo como que no la conoces. Te está amando y tú reniegas de ella. El que más nos ama es Dios. Renegar de Dios es uno de los peores pecados que hay. San Pedro cometió ese pecado, renegó de Jesucristo ¡y le hicieron Papa! ¿Entonces qué me queda para mí? Así que no ¡Adelante!», ha explicado en la entrevista.
Sobre los problemas de drogadicción de los jóvenes el Papa ha dicho que los más le preocupa es «el triunfalismo de los traficantes de drogas». «Esta gente ya canta victoria, han vencido, han triunfado. Y eso es una realidad. Hay países o zonas donde todo está bajo el dominio de la droga. Con respecto a Argentina, puedo decir sólo esto: hace 25 años era un lugar de paso de la droga, hoy en día se consume. Y no tengo la certeza, pero creo que también se fabrica», ha apuntado.
El Papa ha invitado a los padres a darles a los hijos «la pertenencia a un hogar». Para el Pontífice argentino, esa pertenencia «se da con amor, con cariño, con tiempo, llevándolos de la mano, escuchándolos, jugando con ellos, dándoles lo que necesitan en cada momento para su crecimiento».
En este sentido, ha alertado del peligro de no dedicarles el tiempo necesario y ha aconsejado darles sobre todo «un lugar para que se expresen». Además, ha señalado que lo más importante que hay que trasmitir a los hijos es la fe. «A mí me duele mucho cuando encuentro chicos que no saben hacerse la señal de la cruz. A esos chicos no les ha llegado lo más importante que un padre y una madre les pueden dar: la fe», ha incidido.
Fe en la persona
Preguntado por su optimismo incluso en situaciones sociales o internacionales que son causa de grandes sufrimientos para la población, el Papa ha afirmado que «toda persona puede cambiar». En este sentido ha precisado que no se trata de optimismo, sino de «fe en la persona». «Dios no abandona a sus hijos. Me gusta repetir la frase que nosotros, los hijos de Dios, metemos la pata a cada rato, nos equivocamos, pecamos, pero cuando pedimos perdón, él siempre nos perdona«, explica.
El Papa también reflexiona sobre la relación con la fe y ha admitido que «hay altos y bajos», al tiempo que ha reconocido que en algunos momentos se es consciente «de la presencia de Dios» y otras veces la gente se olvida de eso. Por ello, ha invitado a los creyentes a «estar en paz y luchando. «Hay que esta alerta. No ser derrotista, no ser pesimista», ha recalcado.
Igualmente, ha aclarado que hay que acostumbrarse a que la fe no es un sentimiento, sino algo más, es la relación con Cristo. «Yo creo que Él me salvó. Ése es el punto justo de la fe», dice al tiempo que recomienda llevar siempre un Evangelio «chiquito» en el bolsillo, porque es «la palabra de Dios» y «así se alimenta la fe».
Por otro lado ha explicado que tener en cuenta las distintas opiniones antes de tomar una decisión. «A mí nunca me fue mal escuchar a las personas. Cada vez que las escucho, siempre me va bien. Las veces que no las escuché me fue mal –señala–. Esta es la riqueza del diálogo. Dialogando, escuchando, uno se enriquece».
El amor virtual no existe
El Papa también ha reflexionado en la entrevista sobre la tendencia que empuja a los jóvenes hacia las relaciones virtuales y ha defendido que «el verdadero amor prevé el contacto físico». «Tú puedes amar a otra persona, pero si no le estrechas la mano, no le das un abrazo, no es amor; si amas a alguien como para casarte, es decir, con el deseo de entregarte completamente, y no le abrazas, no le das un beso, no es verdadero amor. El amor virtual no existe», asegura.
En este sentido, ha advertido de que los jóvenes tienen en la actualidad una capacidad de información «muy grande», lo que les puede llevar a convertirse en «jóvenes-museo». «Un joven-museo está muy bien informado, ¿pero qué hace con todo lo que tiene? La manera de ser fecundo en la vida no pasa por acumular información o mantener solamente comunicaciones virtuales sino por cambiar lo concreto de la existencia», apunta.
Francisco también reflexiona sobre las elecciones generales en Argentina y pide a los políticos «un programa electoral clara», «honestidad en la presentación de la candidatura» y una campaña electoral «gratuita». «Un candidato tiene que presentarse a la sociedad con un programa electoral claro, bien estudiado», enfatiza. Finalmente adelanta que está previsto visitar Argentina en 2016, aunque precisa que «todavía no hay nada seguro» porque depende del resto de la agenda.