Una monja de 72 años ha sido violada en un internado de monjas en la localidad de Ranaghat, en el estado de Bengala Occidental, según han informado las autoridades indias, que han abierto ya una investigación para detener a los responsables.
El incidente ocurrió en torno a la 1.00 de la madrugada del sábado. Los asaltantes entraron en el colegio-convento y maniataron al guardia de seguridad del inmueble. Después atacaron a la monja, ha explicado la Policía del distrito de Nadia, donde se encuentra Ranaghat. Además, los delincuentes robaron dinero y saquearon una iglesia, informa la cadena de televisión india NDTV.
«Ataron a tres de las cinco monjas, entraron en el despacho de dirección y lo saquearon y se llevaron dinero, un ordenador portátil y un teléfono móvil», ha explicado el vicario general de la archidiósesis de Calcuta, Dominic Gomes.
La monja ha sido ingresada en un hospital y su pronóstico es crítico pero estable tras haberse sometido a una intervención quirúrgica.
Hasta ahora se ha podido identificar a cuatro de los asaltantes gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad y se ha anunciado una recompensa.
Estudiantes del propio centro han bloqueado las vías de tren de la ruta Sealdah-Ranaghat y la Autovía Nacional 34 en protesta por este brutal ataque.
Las violaciones son una práctica relativamente frecuente en India y las mujeres marginadas son las víctimas más vulnerables. Un reciente informe del Centro Asiático para los Derechos Humanos cifró en 48.338 el número de casos de abusos registrados entre 2001 y 2011, con un incremento anual del 336 por ciento de media.
El conflicto trasciende lo social y alcanza lo político, toda vez que el sistema judicial no siempre escucha la versión de las mujeres y la Policía llega incluso a sugerir un matrimonio entre víctima y agresor. Sólo las manifestaciones masivas generadas tras la violación de una mujer en Nueva Delhi en diciembre de 2012 llevaron al Gobierno a endurecer los castigos.