Cae la noche en los Alpes franceses. Los servicios de emergencia han trabajado a contrarreloj y han apurado los últimos minutos de luz para tratar de rescatar los cuerpos de las víctimas del accidente. El equipo trabaja con dificultad puesto que la zona en la que se ha producido el siniestro es abrupta y de difícil acceso. Hay desniveles, barrancos, desfiladeros y picos de hasta tres mil metros.
En varias fotografías publicadas por la Gendarmería francesa se observa como miembros del operativo de rescate acceden al punto exacto del choque y caminan entre los restos del fuselaje. En otra de las imágenes aparece una columna de humo entre bosque y montañas. Tal y como ha informado el ministro del Interior de Francia, Bérnard Cazeneuve, hasta el lugar se han desplazado un total de 350 camiones de bomberos, más de 300 militares de la gendarmería, 10 helicópteros y un avión militar.
Testimonios
Los testimonios de las personas que han acudido al lugar de la tragedia son desoladores. El diputado francés, Christophe Castaner, que sobrevoló en helicóptero la zona a primera hora de la tarde junto al ministro del Interior, expresó a través de Twitter sus sensaciones. «Sobrevuelo con el ministro del Interior la zona, es un horror. El avión está totalmente destruido. Tristeza», explicó a través de un tuit. Minutos más tarde, sobre las 16h, completó la información: «La imagen es espantosa en este paisaje de montaña. Solo quedan restos y cuerpos». Desde entonces no ha vuelto a publicar nada. Por otro lado, el presidente del Consejo General de la región de los Alpes-Alta Provenza, Gilbert Sauvan, también ratificó el estado del avión siniestrado: «Los restos más grandes son del tamaño de un coche. El avión ha quedado totalmente destrozado». «Todo está pulverizado. No se distingue ni la forma del avión», aseguró un portavoz de los servicios de emergencia.
«No hay supervivientes»
Las autoridades francesas han confirmado que no hay supervivientes. A primera hora de la mañana el presidente francés, François Hollande, aseguró que las condiciones del siniestro «hacen pensar» que no habrá supervivientes. Lo ha vuelto a repetir el primer ministro, Manuel Valls, en su intervención a mediodía en la Asamblea Nacional. Por su parte, Cazeneuve explicó que «la violencia del choque deja pocas esperanzas». Lamentó el «trágico suceso» y apeló a la «prudencia» puesto que «el accidente acaba de ocurrir».
De hecho, las autoridades de Francia, Alemania y España han enviado equipos de investigadores especializados en análisis de accidentes aéreos a la zona del siniestro. En concreto, la Oficina de Investigación y Análisis de Francia (BEA, por sus siglas en francés) ha confirmado que ha enviado a siete investigadores al lugar del siniestro, que estarán acompañados por consejeros técnicos de Airbus, la empresa fabricante de la aeronave, y de CFM International, la firma que desarrolla el motor del modelo A320. Los expertos franceses estarán acompañados en la zona por los investigadores enviados por la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de Alemania (BFU). La BEA ha explicado que ha abierto una investigación sobre la caída de la aeronave «conforme a las disposiciones del reglamento europeo 996/2010».
Respecto a España, serán tres agentes de la Policía Nacional y otros tres de la Guardia Civil los que conformarán el equipo de expertos de Policía Científica que se trasladará a Francia para colaborar en la identificación de los cadáveres. Según fuentes policiales, la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional cuenta con una sección específica para grandes catástrofes y no es la primera que son movilizados para colaborar en la identificación de cadáveres ante situaciones de este tipo.