El sargento estadounidense Bowe Bergdahl ha sido acusado de deserción por abandonar su puesto en Afganistán, tras lo cual fue secuestrado por los talibán forzando al país norteamericano a pactar con los insurgentes para conseguir su liberación.
El portavoz del Mando de las Fuerzas Armadas estadounidenses, el coronel Daniel King, ha anunciado que Bergdahl ha sido acusado de deserción, lo que conlleva una pena de hasta cinco años de cárcel, y de poner en peligro a sus compañeros, que podría traducirse en cadena perpetua.
King ha explicado que, tras la acusación formal, Bergdahl, comparecerá ante una especie de gran jurado en el fuerte Sam Houston, en Texas, que decidirá si hay pruebas suficientes para que vaya a un juicio militar, según informa NBC.
El dictamen de este gran jurado será en todo caso una recomendación, ya que finalmente será un alto cargo miliar quien determine si Bergdahl debe sentarse en el banquillo de los acusados o merece «otro tipo de acción», que no ha detallado.
Bergdahl, de 28 años de edad, desapareció de la base militar estadounidense en la provincia afgana de Paktika el 30 de junio de 2009 porque, supuestamente, estaba desencantado con la misión de las fuerzas norteamericanas en el país centroasiático.
Poco después fue secuestrado y permaneció retenido en Pakistán por la Red Haqqani, aliada de los talibán afganos, hasta que Qatar consiguió el año pasado facilitar un acuerdo para su liberación, a cambio de la excarcelación de milicianos presos en Estados Unidos.