Una de las consecuencias directas del accidente del Airbus en los Alpes ha sido la revisión de los procedimientos de personal en cabina y las medidas de seguridad que las han blindado. Aerolíneas y países han anunciado ya la obligatoriedad de al menos dos tripulantes. La Comisión Europea descarta modificar la normativa a corto plazo.
El piloto holandés Jan Cocheret alertó hace dos meses sobre el riesgo de que un copiloto de un avión se encerrara en la cabina y no permitiera el regreso del piloto tras haber salido para ir al servicio, como sucedió en el fatídico vuelo 4U9525 de Germanwings que acabó con la vida de 150 personas.
En un artículo titulado '¿Me puedes abrir la puerta?', publicado en la revista holandesa especializada en aeronáutica 'Piloot en Vliegtuig', este piloto advirtió de que existe el peligro de que un copiloto decida cerrar la puerta blindada de la cabina y no volver a permitir la entrada de su compañero.
«Gracias a las puertas blindadas extraseguras, ya no es muy difícil que un piloto impida a su compañero que acceda a la cabina. Sólo tiene que esperar a que tenga que satisfacer sus necesidades naturales para no volver a abrirle la puerta nunca», aseguró Jan Cocheret en su artículo, escrito en holandés y difundido por el portal belga 7 sur 7.
«Por desgracia, esta historia atroz se ha convertido en realidad», afirmó en su perfil de Facebook Jan Cocheret, que ahora trabaja en la aerolínea Emirates, el pasado 26 de marzo, dos días después de que se estrellará el Airbus A320 de Germanwings.
En su artículo, el piloto holandés exponía que suele preguntarse quién es el compañero que vuela con él en la cabina y si puede realmente confiar en él. «Yo me pregunto continuamente quién está a mi lado. ¿Cómo puedo estar seguro de que puedo confiar en él?», señaló.
«Tal vez le sucedió algo terrible en su vida que no está en condiciones de superar», aseguró, en un nuevo giro de su artículo que guarda similitudes con la situación del copiloto Andreas Lubitz, aquejado de problemas mentales y que, según la Fiscalía de Marsella, decidió provocar que el avión se estrellara en los Alpes.
Puerta de cabina cerrada
«Espero que después de ir al servicio nunca me encuentre delante de una puerta de cabina cerrada», escribió el experimentado piloto holandés. «Hay una manera de entrar en cabina, por medio de un código secreto, pero si la persona de dentro desactiva esta opción, no hay nada más que hacer que sentarse con los pasajeros y esperar a ver qué pasa», auguró, relatando una situación similar a la que sufrió el piloto de la aeronave de Germanwings.
El artículo sobre los riesgos en cabina que realizó hace dos meses el piloto Jan Cocheret guarda similitudes con la reconstrucción de los hechos facilitada la semana pasada por el fiscal de Marsella, Brice Robin, quien acusó al copiloto del avión de Germanwings, Andreas Lubitz, de haberse encerrado en la cabina para hacer que la aeronave se estrellara en los Alpes.
El fiscal aseguró que Lubitz aprovechó la ausencia del piloto para ir al servicio para hacerse con el control de la aeronave, impedir el regreso de su compañero y lanzar el aparato contra las montañas.
Bruselas pide prudencia y no cambia normativa
La Comisión Europea ha pedido este lunes esperar a conocer las conclusiones de la investigación en marcha sobre el siniestro del vuelo de Germanwings –a cuyo copiloto se acusa de estrellar voluntariamente el avión en los Alpes franceses con otras 149 personas a bordo–, antes de plantear cambios en las normas de seguridad aérea europeas.
Bruselas «toma nota» de la recomendación emitida el pasado viernes por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) para que haya «en todo momento» al menos dos personas autorizadas en la cabina del avión, según ha dicho en una rueda de prensa el portavoz comunitario responsable de Transportes, Jakub Adamowicz.
El Ejecutivo comunitario, sin embargo, considera prematuro dar pasos para convertir esta recomendación «temporal» en un cambio normativo que convierta esta precaución en un requisito obligatorio para las compañías europeas.
La recomendación de la agencia europea, efectiva desde el pasado viernes y que obliga a que otro miembro de la tripulación pase a la cabina si se ausenta el piloto o el copiloto, fue publicada después de que varias aerolíneas europeas anunciaran que iban a dar este paso para evitar que se repitan casos como el del vuelo de Germanwings.
En la actualidad, las normas de la UE sólo obligan a la presencia de piloto y copiloto en la cabina durante el despegue y el aterrizaje, pero contempla que uno de los dos se ausente en otros momentos del vuelo por razones fisiológicas u operativas» sin que tenga que ser reemplazado por otro miembro de la tripulación.