El niño Eduardo Jesus Ferreira, de diez años, murió este viernes en una favela del Complexo do Alemão, en Río de Janeiro, al recibir un tiro de fusil en la cabeza mientras jugaba en la puerta de su casa, una muerte que ha provocado una ola de indignación entre los vecinos, ya que presuntamente el autor del disparo era un miembro de la Policía Militar.
Según la Coordinadora de Unidades de Policía Pacificadora (UPP), el joven murió cuando policías que estaban patrullando se enfrentaron a un grupo de narcotraficantes y hubo un intercambio de tiros, aunque las circunstancias no están claras y por el momento los policías envueltos en la operación han sido apartados de sus cargos.
Pero la versión policial se contradice con la de la madre del niño, Terezinha Maria de Jesus: «No hubo ningún tiroteo. El único tiro que escuché fue el que mató a mi hijo. Corrí fuera de casa y vi a un policía del Batallón de Choque cerca de Eduardo. Mi hijo estaba en el suelo. Cuando me acerqué al policía me dijo que me mataría también. Soy capaz de reconocerle«, aseguraba la madre en declaraciones al diario O Globo.
Aunque este tipo de sucesos no son infrecuentes, en esta ocasión la polémica por la actuación policial ha cobrado tales dimensiones que hasta la presidenta Dilma Rousseff ha expresado su pésame en un comunicado y ha pedido que las circunstancias de la muerte sean esclarecidas y los responsables «juzgados y castigados».
Cuatro muerte en dos días
La situación en el Complexo de Alemão, uno de los suburbios de Río más castigados por la violencia, se ha recrudecido esta semana. En sólo dos días han muerto cuatro personas: además de Eduardo, el miércoles se produjo un tiroteo en el que murieron dos jóvenes sospechosos y una mujer de 41 años que estaba dentro de su casa y fue alcanzada por una bala perdida.
La situación en el Complexo do Alemão provocó una manifestación espontánea de los vecinos la noche del jueves, y para el próximo miércoles se ha convocado una concentración en la plaza de Largo do Machado, en la zona sur de la ciudad. Bajo el lema 'Paren la guerra en la periferia inmediatamente' lo organizadores quieren marchar hasta el Palacio de Guanabara, sede del Gobierno del Estado de Río de Janeiro, a quien corresponden las competencias en materia de seguridad.