Un medicamento de venta libre indicado para tratar los síntomas de alergia reduce la actividad del virus de la hepatitis C en ratones infectados, según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) estadounidenses.
Los resultados sugieren que el fármaco, clorciclizina HCl (CCZ), podría emplearse para tratar el virus en las personas, como se plantea en un artículo sobre la investigación que se publica este miércoles en 'Science Translational Medicine'.
El virus de la hepatitis C (VHC) causa inflamación del hígado y, a menudo, conduce a complicaciones graves como la cirrosis. El diagnóstico precoz y el tratamiento de la hepatitis C puede prevenir el daño hepático, puesto que existentes medicamentos disponibles tratar el VHC, pero los costos pueden llegar a decenas de miles de dólares.
«A pesar de que la hepatitis C es una enfermedad curable, existe una necesidad insatisfecha de contar con una medicación eficaz y asequible», afirma el autor principal del trabajo, T. Jake Liang, investigador principal del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) de los NIH. «CCZ es un prometedor candidato para formar parte de un régimen de tratamiento para esta enfermedad potencialmente mortal», agrega.
Llevado a cabo en el campus del NIH en Bethesda, Maryland, el estudio encontró que CCZ bloqueó la fase temprana de la infección por VHC probablemente al afectar a la habilidad del virus para entrar en las células hepáticas humanas injertadas en los ratones. El resultado fue similar al de los fármacos antivirales usados comúnmente, pero sin efectos secundarios tóxicos.
Los investigadores estudiarán ahora cómo el medicamento afecta a las personas, puesto que actualmente CCZ se utiliza para el tratamiento de alergias, no para el VHC. «Las personas no deben tomar CCZ para tratar su hepatitis C hasta que se haya demostrado que CCZ puede ser utilizado con seguridad y eficacia para ese propósito», advierte Liang.
«La medicación con CCZ puede proporcionar una alternativa asequible a las opciones costosas, especialmente en las comunidades de bajos recursos donde infección de la hepatitis C está muy extendida», valora el director del NIDDK, Griffin P. Rodgers.