El expresidente del Gobierno Felipe González se ha sumado al exmandatario español José María Aznar y otros 23 exjefes de Estado y de Gobierno en el apoyo a la Declaración de Panamá, un documento en el que denuncian la «grave alteración democrática y constitucional» que padece Venezuela y reclaman la liberación de los presos políticos venezolanos.
La denominada Declaración de Panamá, que ha sido presentada este jueves en vísperas de la celebración de la VII Cumbre de las Américas, ha sido suscrita por 25 expresidentes españoles e iberoamericanos. Todos los firmantes están agrupados en torno a la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), un foro internacional no gubernamental de alto nivel y creado 'ad hoc' para la promoción, la defensa y el sostenimiento de la democracia como derecho de los pueblos.
El expresidente socialista Felipe González –que recientemente ha asumido la defensa de Leopoldo López y Antonio Ledezma, líderes de la oposición encarcelados en Venezuela– ha sido uno de los últimos nombres conocidos en sumarse a esta iniciativa, unos de cuyos primeros impulsores fueron Aznar y el expresidente colombiano Andrés Pastrana, junto al paraguayo Juan Carlos Wasmosy y el uruguayo Julio María Sanguinetti.
Durante el acto de presentación, Aznar ha mostrado su «orgullo y satisfacción» por la forma en la que ha sido acogido este documento y el hecho de que haya sido suscrito por 25 exmandatarios. «Y van a ser más», ha dicho el presidente de FAES, según informa el diario panameño 'La Prensa'.
Contra el silencio y la inacción
Asimismo, ha denunciado que «el silencio y la inacción» son «cómplices» de esta «situación insostenible» que vive Venezuela. «Ni mi voz ni mi voluntad van a faltar nunca para apoyar a aquellos que luchan por la libertad y en defensa de sus derechos«, ha apostillado el expresidente español. En el acto de presentación, en el que también han intervenido los expresidentes Andrés Pastrana, Osvaldo Hurtado (Ecuador), Felipe Calderón (México) y Jorge Quiroga (Bolivia), se ha hecho entrega además de copias de la Declaración a Mitzy Capriles y Lilian Tintori, esposas de los opositores encarcelados Antonio Ledezma y Leopoldo López, respectivamente.
Ambas han agradecido la iniciativa y han reiterado su deseo de puesta en libertad de los presos políticos. «Luego podremos sentarnos a reconstruir los lazos. Seguiremos luchando incansablemente para recuperar la senda de una Venezuela próspera e inclusiva, comprometidas a mantener una actitud sólida y firme», han asegurado.
Durante su turno de intervenciones, el colombiano Andrés Pastrana ha subrayado que el documento ha sido firmado por expresidentes de todas las tendencias, sin sesgo político. «Lo que nos une es la defensa de la democracia y el respeto de los derechos humanos y de las libertades», ha recalcado.
Por su parte, el expresidente de México Felipe Calderón ha recordado el deterioro de «las condiciones sociales, económicas y políticas» es tal que exige «la participación de todos, la solidaridad de todos, la acción indubitable de todos». «Preferimos actuar, hablar, pedir y exigir en vez de callar, tolerar o mirar hacia otro lado», ha argumentado Pastrana, quien se ha mostrado convencido de que aunque «la lucha es dura» se va «a lograr».
Por último, el ecuatoriano Osvaldo Hurtado ha lanzado un mensaje de solidaridad a los presos políticos venezolanos para recordarles que «no están solos» en la defensa de la democracia. «Con ellos están los demócratas de toda la vida, los que lucharán para que la democracia se restablezca no solo en Venezuela, sino también en países como Ecuador, Nicaragua o Bolivia», ha dicho.
Defensa de los derechos fundamentales
En el texto, los exmandatarios «llaman a aunar esfuerzos para construir una alternativa de solución a la grave crisis venezolana; conseguir la puesta en libertad de los presos políticos, y restablecer las condiciones para el ejercicio de los derechos fundamentales».
«La única posibilidad de restablecimiento de la democracia y de una efectiva garantía de los derechos políticos, económicos y sociales de los venezolanos, pasa por el rescate del principio y sistema de separación de poderes a fin de que puedan asegurarse con imparcialidad el desarrollo de elecciones libres y justas», se señala en el documento.
Los exmandatarios exigen «la inmediata liberación de todos los presos políticos» y alertan sobre la «política de no reconocimiento ni acatamiento de las decisiones y pronunciamientos dictados por los órganos internacionales e interamericanos de tutela de derechos humanos» que mantiene Venezuela.
«Es manifiesta la ausencia de independencia de la Justicia, la persecución judicial de quienes se expresan políticamente disidentes frente al gobierno, la presencia reiterada de actos de tortura por funcionarios del Estado, la existencia de grupos paraestatales armados y de apoyo al mismo gobierno, y el ambiente de total impunidad», dicen sobre el clima en Venezuela.
Como solución no violenta a la crisis en el país, recomiendan impulsar «soluciones negociadas» y reclaman la presencia de «una observación internacional autorizada, imparcial, y técnicamente calificada» en las elecciones parlamentarias anunciadas para el segundo semestre del año. Asimismo, abogan por «la implementación de un amplio y complejo plan de ajuste macroeconómico» y «un giro en el modelo político y económico» que corrija los «severos desequilibrios que hoy se padecen en el país».
Hasta la fecha, se han adherido al documento los expresidentes de Argentina, Eduardo Duhalde; de Bolivia, Jorge Quiroga; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Belisario Betancur; de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, Rafael Ángel Calderón, Laura Chinchilla, Óscar Arias y Luis Alberto Monge; de Ecuador, Osvaldo Hurtado y Lucio Gutiérrez; de El Salvador, Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol; de España, José María Aznar y Felipe González; de México, Felipe Calderón y Vicente Fox; de Panamá, Mireya Moscoso y Nicolás Ardito; de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy; de Perú, Alejandro Toledo, y de Uruguay, Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti.