Más de 310.000 personas han muerto en Siria, entre ellas casi 105.000 civiles –11.000 de ellos niños–, y millón y medio han resultado heridas desde el comienzo de la guerra civil, según ha informado la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, considerada una de las principales fuentes de información a la hora de efectuar recuentos de víctimas durante el conflicto armado.
El Observatorio, que tiene su sede en Londres pero cuenta con fuentes en el interior del país, tiene documentadas más de 220.000 víctimas mortales desde el pasado 18 de marzo de 2011, la fecha en la que registró su primer fallecido en la provincia siria de Derá, hasta el 14 de abril de este año.
A esta cifra, no obstante, la ONG añade decenas de miles de personas que se encuentran desaparecidas y presumiblemente muertas, bien a manos del régimen sirio, de las fuerzas rebeldes o de las milicias islamistas que conforman los bandos de la guerra en el país árabe.
Concretamente, el Observatorio detalla las muertes de 104.629 civiles, de ellos 11.021 niños y 7.049 mujeres. A este balance hay que sumar las muertes de 37.336 combatientes rebeldes, y 28.253 milicianos yihadistas — contando a Estado Islámico, Frente al Nusra y otros grupos– y 2.512 desertores.
Por el bando oficialista, la organización detalla las muertes de 46.843 soldados del Ejército sirio, 31.346 miembros de los llamados Comités de Defensa Popular, 2.844 milicianos extranjeros también subordinados a Damasco y 682 combatientes del grupo político-militar libanés Hezbolá.
A estas cifras hay que añadir otros 3.162 fallecidos sin identificar, pero cuya muerte ha sido verificada con fotografías y metraje tomado durante el conflicto. El Observatorio desea además recordar que estas cifras no incluyen a «miles» de desaparecidos en masacres efectuadas por el régimen sirio ya sea en sus cárceles o a cielo abierto.
Es más, la ONG da casi por seguro que el verdadero número de víctimas extranjeras en todos los bandos –contando fuerzas regulares del Ejército sirio, rebeldes, Estado Islámico, Frente al Nusra, comités regionales, etc…– podría ser hasta 86.000 más que la cifra documentada debido a «la extrema discreción de las pérdidas humanas causadas por el conflicto y la dificultad de las comunicaciones en Siria».
«El silencio de la comunidad internacional ante los crímenes de guerra y contra la Humanidad que están teniendo lugar en Siria no hace sino alentar a los criminales a matar a más y más gente», denuncia la organización, que asegura que todas las medidas para intentar impedir la masacre no han tenido el más mínimo efecto.
«Más de un millón y medio de personas han resultado heridas, algunas de ellas han quedado permanentemente incapacitadas, cientos de miles de niños han quedado huérfanos y más de la mitad de la población siria se ha visto obligada a huir», lamenta el Observatorio, que declara que «ha perdido la esperanza» en la capacidad de la comunidad internacional para poner fin al conflicto.
«A pesar de ello, seguimos pidiendo a todos los bandos que afirman defender la libertad del pueblo y sus derechos, que adopten una postura seria y responsable a la hora de terminar el deraamamiento de sangre, y que realicen todos los esfuerzos posibles para que los criminales no terminen sin castigo, bien a través el Tribunal Penal Internacional, o bien a través de la creación de un Tribunal Especial para Siria», concluye el grupo.