Estado Islámico ha reivindicado este sábado el atentado perpetrado hoy en Jalalabad (Afganistán) que ha dejado al menos 33 muertos y más de 130 heridos en lo que se trataría de la primera vez que la organización terrorista ha asumido la autoría de un ataque en el país centroasiático, según informa el 'Washington Post'.
La presencia de Estado Islámico en Afganistán se daba por segura pero hasta ahora había quedado en un segundo plano por detrás de la amenaza que representan los talibán.
Previamente, en Twitter, el presidente afgano, Ashraf Ghani, pidió a los insurgentes talibán que aparquen temporalmente sus diferencias con el Gobierno y formen un frente común para luchar contra los terroristas de Estado Islámico, que «están empleando la sangre afgana para su beneficio».
Sijn aparente relaciójn con lo anterior, este mismo sábado las fuerzas de seguridad paquistaníes se han incautado de un vehículo cargado con 1.200 kilogramos de explosivos cerca de un campo de refugiados situado en la frontera con Afganistán en una operación en la que han sido detenidas dos personas.
El portavoz de los Cuerpos Fronterizos (FC) Jan Wasey ha explicado que los dos detenidos han sido arrestados en una redada en la localidad de Chaman. «Los terroristas se estaban preparando para perpetrar un gran atentado en Chaman o en Quetta», ha afirmado, en declaraciones al diario 'Dawn'.
Chaman es una ciudad fronteriza con Afganistán considerada una ruta de tránsito para contrabandistas de armas y drogas. La región de Balochistán ha sido escena de dos de los atentados con bomba más sangrientos en los últimos años.