Los adolescentes ya no fuman sólo los cigarrillos, sino que también consumen productos de tabaco alternativos, como cigarrillos electrónicos, pipas de agua y cigarros pequeños o puritos. De hecho, el uso del e-cigarrillo está aumentando rápidamente entre los fumadores de tabaco y los no fumadores, según un estudio que se presenta este domingo en la Reunión Anual de las Sociedades Académicas de Pediatría, que se celebra en San Diego, Estados Unidos.
«Los cigarrillos electrónicos son motivo de gran preocupación. Se trata de dispositivos de administración de nicotina altamente adictivos y el vapor pueden causar y causa daño a los pulmones», sentencia el investigador principal del análisis, Jonathan D. Klein, director del Centro de Excelencia Julius B. Richmond y director ejecutivo asociado de la Academia Americana de Pediatría (AAP).
Se obtuvieron los datos para el estudio nacional de 142 consultorios pediátricos que participan en un ensayo aleatorio y controlado para mejorar la calidad de los servicios para ayudar a los adolescentes a dejar de fumar. Se reclutó a jóvenes de entre 14 años y más que fueron a una de las prácticas para un chequeo o una visita por enfermedad no urgente en 2012-2014 para que llenaran una encuesta sobre el consumo de tabaco.
El cuestionario preguntó si alguna vez habían fumado cigarrillos, e-cigarrillos, pipas de agua, masticar tabaco o cigarros pequeños/puritos y se analizaron los datos de 10.405 adolescentes para identificar las tendencias de uso. Los resultados mostraron que los cigarrillos tradicionales eran el producto de tabaco más común entre los adolescentes (22 por ciento de los encuestados), seguido de la cachimba (13 por ciento) y los cigarrillos electrónicos (10 por ciento).
El consumo del e-cigarrillo aumentó del 8 por ciento de los adolescentes en el 2012 al 11 por ciento en 2014 y fue especialmente alto entre los que también fuman cigarrillos tradicionales (56 por ciento en 2014). El consumo de pipa de agua fue de entre el 9 y el 10 por ciento para los no fumadores cada año y cayó del 62 por ciento en 2012 a 47 por ciento en 2014 en el caso de los fumadores.
Las tasas del tabaco de mascar y el consumo del cigarro pequeño/purito no cambiaron significativamente con el tiempo. «El uso adolescente de productos de tabaco alternativos es problemático entre los fumadores actuales, ya que puede prolongar o empeorar la adicción a la nicotina. También es problemático entre los no fumadores, ya que puede servir como puerta de entrada a un mayor consumo de tabaco y adicción a la nicotina», alerta Klein.
Se encontraron diferencias por sexo y grupo de edad en el consumo de los cuatro productos de tabaco alternativos: los e-cigarrillos se utilizaron más por los jóvenes de mayor edad que los adolescentes más jóvenes y más por hombres que mujeres. La pipa de agua tiene más éxito entre los jóvenes de mayor edad, con más adeptos entre las chicas que no fumaban en 2014 que entre los chicos. Masticar tabaco fue más habitual en los adolescentes mayores y los hombres, igual que los cigarros pequeños o puritos.
«Nuestro estudio muestra que el uso del e-cigarrillo está aumentando rápidamente y esto debe ser una llamada de atención para la regulación de estos dispositivos, junto con todos los demás productos de tabaco. Además, la detección de tabaco, que debe realizarse en cada visita clínica, debe evolucionar para incluir preguntas sobre los e-cigarrillos y otros productos alternativos», concluye Klein.