Las autoridades de Indonesia han ejecutado mediante un pelotón de fusilamiento este martes a ocho de los nueve presos condenados a muerte por delitos de tráfico de drogas, rechazando así las peticiones de último minuto de Australia y Flipinas para que se les mantuviera con vida, según ha informado el diario Yakarta Post en su edición digital.
«Hemos llevado a cabo las ejecuciones», ha informado un responsable de la Fiscalía General indonesia. La presa filipina Mary Jane Festa Veloso, que también figuraba entre los condenados a muerte pendientes de ejecución, se ha librado del pelotón de fusilamiento porque una mujer se ha entregado a la Policía este martes y ha asegurado que fue ella la que le reclutó para que traficara con drogas.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, pidió a su homólogo indonesio, Joko Widodo, en la Cumbre de Países del Sudeste Asiático que no se ejecutara a la ciudadana de su país, una madre de dos hijos que afirma que fue engañada para transportar drogas a Indonesia.
Widodo ha sido implacable en su línea dura contra los narcotraficantes y su rechazo a otorgar clemencia a extranjeros condenados a muerte ha tensado las relaciones con varios países, particularmente con su vecina Australia.
Los ocho presos que han sido ejecutados son el indonesio Zainal Abidin, los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran, el brasileño Rodrigo Gularte, los nigerianos Sylvester Obiekwe Nwolise, Raheem Agbaje Salami y Okwudili Oyatanze, y el ghanés Martin Anderson.
Indonesia tiene castigos severos para delitos vinculados con drogas y reanudó las ejecuciones en 2013 tras una pausa de cinco años.