Más de 200 niñas que fueron liberadas la semana pasada por el Ejército nigeriano en el bosque de Sambisa, donde habían permanecido secuestradas por milicianos del grupo terrorista Boko Haram, están embarazadas.
El Fondo de Población de Naciones Unidas (FPNU) ha confirmado que un número «considerable» de las niñas liberadas la semana pasada en el bosque de Sambisa, en el estado de Borno, están claramente embarazadas. Citando fuentes no oficiales, el diario nigeriano 'Vanguard' ha elevado la cifra a 214 niñas encintas en uno de los campamentos.
Desde Lagos (Nigeria), el director ejecutivo del FPNU, Babatunde Osotimehin, ha explicado que en 2014 su organización se hizo cargo de más de 16.000 embarazos de mujeres en el noreste de Nigeria, la zona en la que Boko Haram concentra sus ataques.
Osotimehin ha afirmado que el FPNU ha puesto en marcha un equipo para colaborar con las autoridades nigerianas para apoyar a las niñas violadas por Boko Haram y que afrontan un grave trauma psicosocial tras el final de su secuestro.
Sobre la situación de las niñas, ha afirmado que la mayoría de ellas, debido al largo periodo que han pasado privadas de libertad necesitan un apoyo especial para poder reintegrarse en la sociedad. «Lo que hemos descubierto es que algunas de las mujeres y niñas que han vuelto tienen ciertamente mucha más tensión de la que afrontaban, por lo que el apoyo tiene que ser más intenso y hay que trabajar con ellas una a una», ha explicado.
«Me alegro de que las comunidades no las estén excomulgando y las acepten. Eso también es una importante terapia. Nosotros anticipamos que esto iba a aumentar porque la intervención militar continúa. Hemos detectado que hay más personas que necesitan ahora nuestros servicios y continuaremos apoyándoles», ha asegurado.
El FPNU ha colaborado con las autoridades federales y locales nigerianas para formar a 60 consejeros que puedan dar apoyo psicosocial a laws mujeres y niñas afectadas. Los consejeros pertenecen a las propias comunidades, lo que facilita que puedan ayudar a las liberadas.
«El FPNU está dando dignidad a las mujeres. En conflictos y desastres, la mayoría de las personas solo pensaría en agua, saneamiento, tiendas de campaña y alimentos, cosas que son importantes pero las mujeres y las niñas tienen necesidades específicas que nadie más atiende. Solo el FPNU lo está haciendo. Estamos dando apoyo psicosocial», ha explicado.
«Nadie separa las necesidades de las mujeres embarazadas, que son muy importantes y difieren de las necesidades del resto de la comunidad. Cuidamos de ellas y garantizamos que tienen cuidados prenatales y que tienen un parto adecuado e incluso una unidad de cesárea si es necesario», ha afirmado el director ejecutivo de la agencia de Naciones Unidas.
Varias de las mujeres y niñas que ha sido liberadas por el Ejército nigeriano tras pasar meses secuestrada por milicianos de Boko Haram y que ahora están en un campamento de desplazados en Yola, en el estado de Adama, han contado al diario nigeriano 'Daily Times' que algunas de ellas ni siquiera podían caminar cuando quedaron en libertad.
Una de las jovenes, Asabe Aliyu, de 23 años de edad y madre de tres hijos, ha contado que, tras ser liberada, vomitaba sangre por las heridas internas que ha sufrido durante su cautiverio. Los milicianos le pegaban cada día y le insultaban. Además, tras varias violaciones, le obligaron a casarse con uno de los violadores. La joven ha asegurado que cualquier violación o error era castigado con la muerte por parte de los milicianos de Boko Haram.
«Me convirtieron en una máquina sexual»
«Fui secuestrada hace seis meses en Delsak cuando nuestra aldea fue tomada por Boko Haram. Primero pasé un tiempo en un bosque cerca de Camerún, donde me convirtieron en una máquina sexual. Hacían turnos para acostarse conmigo. Ahora estoy embarazada y no puedo identificar al padre», ha relatado al diario nigeriano, con lágrimas en los ojos.
Asabe ha asegurado que su embarazo no provocó que los milicianos fueran más indulgentes con ella. «Con mi situación de embarazada, yo cocinaba su comida», ha explicado. Con una niña de tres días en brazos, Lami Musa ha afirmado que los milicianos mataron a su marido cuando ella estaba embarazada de cuatro meses. «Secuestraron a toda mi familia y mataron a mi marido en el bosque de Kilkasa cuando estaba embarazada de cuatro meses. Nos llevaron al bosque de Sambisa, dormíamos al aire libre. Durante días estuvimos sin agua ni comida», ha relatado.
«Hace tres días, di a luz a esta niña. Mientras hablo, no puedo decir con seguridad cómo está de salud. No me he bañado desde que di a luz al bebé. También tengo que bañar al bebé», ha explicado.