La filial de Estado Islámico en Libia se ha hecho con el control este viernes de la base aérea de Gardabiya, en Sirte, la mayor del país, después de que las milicias de Misrata que la controlaban abandonaran sus posiciones el jueves por la noche.
La propia organización que lidera Abú Bakr al Baghdadi ha reivindicado la toma de la base militar en un comunicado difundido en las redes sociales. Gardabiya se encuentra a unos 20 kilómetros al sur de Sirte, ciudad natal de Muamar Gadafi.
La filial del grupo terrorista, que ya controla el centro de Sirte y su puerto, también se habría apoderado de un complejo 25 kilómetros al este de la ciudad y que igualmente estaba en manos de la Brigada 166 de Misrata.
Las milicias de Misrata, que apoyan al Gobierno autoproclamado en Trípoli, se habrían retirado a una central situada a 20 kilómetros de la ciudad, ha precisado el diario local Libya Herald.
Por el momento no está claro si los milicianos se han apoderado de algún avión de combate. Hace tres meses se informó de que las fuerzas de Amanecer de Libia, la coalición de grupos armados que apoya al Ejecutivo en Trípoli, habían usado aviones de combate para bombardear posiciones del Ejército libio en Sidra y Ras Lanuf.
Un responsable de Misrata ha indicado que en la ciudad se responsabiliza al Congreso General Nacional (CGN), el Parlamento que sustenta al Gobierno de Trípoli y no reconocido internacionalmente, de la pérdida de la base. «No hemos conseguido ningún apoyo del CGN. No tenemos armas suficientes, no tenemos vehículos suficientes. La otra parte tiene de todo», se ha lamentado el oficial.
El comandante de la Brigada 166, Mohamed Ahusan, también ha explicado esta mañana a una emisora local que se han visto obligados a retirarse porque las autoridades en Trípoli no les han dado el apoyo necesario en términos de hombres y armamento.