El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha promulgado este martes por la noche la ley que limita la recolección de datos privados de ciudadanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), poniendo así fin a la política surgida tras los atentados del 11-S.
El mandatario ha procedido a firmar el texto, después de que el Senado de Estados Unidos aprobase este mismo martes el proyecto de ley, tal y como ha informado la Casa Blanca.
Los legisladores han aprobado la llamada Ley de Libertad en Estados Unidos por 67 votos a favor –de republicanos y demócratas– y 32 en contra, ratificando con ello la decisión de la Cámara de Representantes del pasado 13 de mayo.
Los senadores han dado el visto bueno al texto procedente de la Cámara de Representantes, después de que ésta advirtiera de que no aceptaría cambios, dando lugar a una inusual controversia entre los republicanos en una y otra sede legislativa.
La nueva ley obligará a la NSA a acotar la recolección de datos a través de las llamadas telefónicas, en un nuevo ajuste entre las exigencias de la seguridad nacional y el derecho a la intimidad de cualquier ciudadano.
«Estoy encantado de que el Senado finalmente haya aprobado la Ley de Libertad en Estados Unidos. Protege nuestra seguridad nacional y las libertades civiles. La firmaré en cuanto la tenga en mis manos», adelantó el presidente, Barack Obama, en su cuenta personal de Twitter, antes de promulgar la ley.
El director de la NSA, el almirante Michael Rogers ya avanzó en una carta enviada a los líderes del Senado el pasado 20 de mayo que, una vez aprobada la ley, necesitarían un periodo de 180 días para aplicar todos los cambios.
Las actuaciones de la NSA han sido objeto de crítica desde que el ex analista Edward Snowden revelara en 2013 que contaba con un programa de recogida masiva de datos privados de ciudadanos estadounidenses y extranjeros, incluidos líderes internacionales.