Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han acordado este lunes el lanzamiento de una operación militar naval contra las mafias de inmigrantes y traficantes en el Mediterráneo que de momento se limitará a la recogida de inteligencia sobre las redes traficantes aunque los Veintiocho abren la puerta a destruir las embarcaciones y activos que utilizan las mafias si el Consejo de Seguridad de la ONU lo autoriza más adelante.
«La operación se lanza hoy. Los objetivos no son los inmigrantes. Los objetivos son aquellos que están obteniendo dinero con sus vidas y demasiado frecuentemente con sus muertes«, ha anunciado la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, en rueda de prensa para anunciar el lanzamiento de la primera fase de la operación, que estará centrada fundamentalmente en la recogida de inteligencia sobre estas redes criminales.
Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la UE acordaron el pasado 18 de junio establecer una operación naval militar para contribuir a desmantelar las redes de tráfico de personas en el Mediterráneo sin excluir la posibilidad de destruir las embarcaciones y otros activos que utilizan las mafias aunque sólo si la ONU lo autoriza o lo consienten los libios.
La operación, dirigida por el contraalmirante italiano Enrico Credendino, contará con un presupuesto común de 11,82 millones de euros para los primeros dos meses de fase de inicio y el mandato inicial de 12 meses.
La primera fase de la operación, cuyo objetivo es identificar, capturar y desechar embarcaciones y activos de las mafias utilizados o hay sospecha de que se utilizan para el tráfico ilegal o contrabando de inmigrantes, está centrada en realizar patrullas en alta mar y la recogida de inteligencia, para entender la organización y cómo operan las redes de tráfico, no necesita contar con una resolución de la ONU para llevarse a cabo y llevará «varias semanas», según fuentes militares.
«Comenzaremos a desarrollar la primera fase de la operación en los próximos días. Esto cubre la recogida de información y patrullas en alta mar para apoyar la detección y vigilancia de las redes traficantes», ha explicado Mogherini.
«Antes de avanzar a la fase dos y tres de la operación, el Consejo evaluará si se han cumplido las condiciones para la transición más allá de la primera fase», ha precisado. Es decir los Veintiocho deberán evaluar la situación y dar su visto bueno para avanzar a las siguientes fases, algo que además necesitará contar con el aval de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Aviones, buques y drones
La primera fase de la operación se desarrollará con «cinco buques de guerra, dos submarinos, tres aviones de patrulla marítima o equivalentes, dos aviones pilotados a distancia o drones y tres helicópteros» que aportan algo menos de una decena de países y en total mil militares que comenzarán a recibir el entrenamiento necesario, han explicado fuentes militares.
Los aviones y barcos se desplegarán en el área de operaciones «en los próximos días» para principios de julio y se espera que el comandante de la operación declare antes de la tercera semana de julio «la capacidad operativa inicial» de la operación y la «plena» capacidad operativa «probablemente en un mes», según fuentes militares.
Italia, país que asume el mando de la operación, aportará un portaaviones, que ejercerá de buque insignia y el hospital Role 2, que se utilizará en el caso de que haya que prestar asistencia médica a inmigrantes rescatados antes de llevarlos a tierra, según fuentes militares.
España aportará para la primera fase de la operación un avión de patrulla marítima y Alemania, una fragata y un buque de apoyo, según han avanzado fuentes diplomáticas y militares.
Operación por fases
La segunda fase implicaría «el abordaje, inspección, incautación y desvío en alta mar de embarcaciones sospechosas de ser utilizadas para el tráfico de personas y el contrabando» de acuerdo con el Derecho Internacional sin necesidad de una resolución de la ONU, que sí se necesitaría en el caso de que se hiciera en «aguas territoriales o aguas internas» del estado afectado, es decir Libia o bien contar con su «consentimiento», de acuerdo con el documento para establecer la misión.
En una tercera fase, se contemplan «todas las medidas necesarias contra una embarcación o sus activos relacionados» incluido deshaciéndose de ellos o haciéndoles inoperativos «en el territorio de ese país» de acuerdo con las condiciones que se fijen en una resolución del Consejo de la ONU o con el consentimiento del país.
En un escenario ideal la misión trataría de «neutralizar» las embarcaciones «más grandes» utilizadas por las mafias, «antes» de ser utilizadas, es decir, bien en los puertos de Libia o lo más cerca de sus aguas territoriales, según fuentes europeas que han dejado claro que en ningún caso se atacaría embarcaciones «con inmigrantes a bordo».
Amenazas para la misión
«Cumpliremos el derecho internacional en todo lo que hagamos», han asegurado fuentes militares, que han recalcado que la operación que se desarrollará en un entorno «muy complejo» como demuestran los recientes ataques a buques comerciales fuera de las aguas territoriales libias utilizando aviones de combate, cohetes y artillería desde Derna y Sirte, aunque no han querido confirmar si fueron perpetrados por el Estado Islámico, aunque han dejado claro que la operación europea no es una misión «antiterrorista» ni lo será.
Las autoridades militares también han subrayado el peligro de la misión dado que se conocen casos en que los traficantes han «amenazado a aquellos que querían ayudar y salvar vidas de inmigrantes y utilizado armas» y también han recalcado la complejidad para buques de guerra de acoger a un número importante de inmigrantes en caso de necesidad de rescatarles, aunque han rechazado dar cifras del número potencial que podrían rescatar con la nueva misión. «No tenemos cifras», han asegurado, recalcando que el objetivo principal es actuar contra las mafias.
La operación de la UE interactuará con distintas organizaciones, incluida la OTAN que mantiene desplegada una operación antiterrorista en el Mediterráneo, 'Active Endeavour', pero también con Frontex y la agencia de cooperación policial europea Europol, pero también con la Unión Africana, la Liga Árabe, los países de la región y el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados y la agencia humanitaria de la ONU (OCHA), según fuentes militares.