El Gobierno de Francia ha calificado de «inaceptables» las supuestas escuchas efectuadas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos al actual mandatario galo, François Hollande, y a sus dos inmediatos predecesores, Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac.
«Es inaceptable entre aliados», ha estimado el portavoz del Ejecutivo francés, Stéphane Le Foll, que espera ahora las «precisiones» de las autoridades norteamericanas. «Es difícil de aceptar que, entre aliados, pueda haber este tipo de prácticas, en particular escuchas al presidente de la República«, ha añadido.
A pesar de este evidente malestar, Le Foll ha negado que este escándalo vaya a significar necesariamente una «crisis» entre Estados Unidos y Francia. En este sentido, ha llamado a «reflexionar» porque «hay suficientes crisis peligrosas en el mundo» como para poner en riesgo una relación clave.
La Casa Blanca niega el espionaje
Desde la Casa Blanca ha negado las informaciones. «No estamos espiando y no espiaremos las comunicaciones del presidente Hollande«, ha dicho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Ned Price, quien sin embargo no se ha referido a los casos de Chirac y Sarkozy.
«No llevamos a cabo actividades de vigilancia de Inteligencia extranjera a menos que haya un propósito de seguridad nacional específico y validado», ha agregado, según ha informado el diario estadounidense The Washington Post.
Informes clasificados 'Top Secret'
La NSA lleva años espiando a Chirac, Sarkozy y Hollande, según informaciones del diario Libération basadas en documentos obtenidos por Wikileaks, que ha anunciado a través de su página web que a partir de este martes publicará una serie de informes clasificados como 'top secret' y titulados 'Espionaje en el Elíseo' que demuestran que la Agencia interceptó las comunicaciones de altos cargos franceses entre 2006 y 2012.
La NSA habría espiado a los gobiernos de Chirac, Sarkozy y Hollande, lo que incluye tanto a los presidentes como a altos cargos de sus respectivas administraciones para obtener información privilegiada sobre temas candentes de las relaciones bilaterales y con Europa.
Los papeles de Wikileaks contienen incluso un listado telefónico elaborado por la Inteligencia norteamericana con los números de la cúpula política francesa, incluido el del llamado «teléfono rojo», que da línea directa con el presidente.
Las conversaciones espiadas abarcan temas como la lucha por el liderazgo europeo entre Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, la crisis griega, el futuro de la UE y la implicación de Francia en el conflicto palestino-israelí.
La mayoría de los informes a los que ha tenido acceso Libération eran para el consumo interno de la NSA, pero al menos dos fueron compartidos con la Inteligencia de los miembros del sistema de vigilancia 'cinco ojos', integrado, además de por Estados Unidos, por Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Crisis en 2013 con Alemania
Esta revelación sigue a la realizada en 2013 sobre el espionaje de la NSA a Merkel, que tensó las relaciones entre Washington y Berlín y provocó un escándalo político en el país europeo que amenaza con cristalizar en una investigación parlamentaria.
«Mientras que las revelaciones sobre Alemania se centraron en el espionaje aislado a un grupo de altos cargos, las de hoy proporcionan un mayor conocimiento sobre el espionaje de Estados Unidos a sus aliados», ha avanzado Wikileaks.
«El pueblo francés tiene derecho a saber que sus gobiernos electos han sido víctimas de una vigilancia hostil por parte de un supuesto aliado», ha sostenido el fundador de Wikileaks, Julian Assange, afirmando que está «orgulloso» de poder proporcionar esta información.