La incesante llegada de pacientes por la ola de calor ha obligado al Gobierno de la provincia de Sindh a declarar el estado de emergencia en todos los hospitales, lo que implica que el personal sanitario deberá trabajar ininterrumpidamente. Las autoridades también han declarado festivo el día de hoy y han pedido a la población que permaneciese en su casa.
La ola de calor ha comenzado a remitir, aunque los termómetros han vuelto a alcanzar este miércoles los 36 grados. Sólo en el hospital de Jinnah, han perdido la vida 50 personas más, según un portavoz del centro citado por la cadena Geo TV.
En total, 3.000 personas han sido atendidas en los últimos días por golpes de calor y deshidratación. Los principales afectados han sido personas con pocos ingresos y operarios que trabajan al aire libre, si bien los cortes eléctricos han dejado también inservibles ventiladores y aires acondicionados.