Los investigadores que analizan el atentado ocurrido este viernes cerca de Lyon barajan entre sus hipótesis que el presunto responsable, Yannis Sahli, trabajase para la empresa de transportes de la persona que ha sido hallada decapitada, según 'Le Figaro'.
Según las declaraciones de los testigos, Sahli llegó a la fábrica poco antes de las 9.50 horas y pudo pasar un primer control gracias a que solía entregar pedidos en la factoría de Air Products de Saint-Quentin-Fallavier. Tras este primer acceso, se saltó a bordo de una camioneta un segundo perímetro de seguridad.
Sería entonces cuando Sahli descendió del vehículo –en el que aparentemente viajaba solo– y prendió fuego a varias botellas de gas. Los bomberos que vigilan las instalaciones corrieron hacia el lugar y lograron interceptar a este asaltante, al que retuvieron a la espera de la llegada de la Gendarmería.
Sin embargo, en toda esta historia, los investigadores aún deben aclarar la macabra escena de la decapitación. Las fuerzas de seguridad localizaron un cuerpo y una cabeza separados por decenas de metros y acompañados de mensajes de contenido islamista, según los medios locales.
'Le Figaro' ha apuntado como «hipótesis» que Sahli matase a su jefe y después se llevase el cuerpo a la fábrica. Antes de irrumpir en el interior del complejo, habría ensartado la cabeza en una alambrada de seguridad y dejado el cuerpo más alejado de la fábrica.
El periódico 'Le Dauphiné Libéré' también ha asegurado que el cadáver correspondería al gerente de una empresa de transportes que se encontraba en la zona para efectuar una entrega.