La Comisión Europea ha retirado este miércoles su propuesta normativa para alargar a las 18 semanas la baja por maternidad remunerada frente a las 14 actuales a la luz de que la propuesta lleva bloqueada desde hace años por la falta de acuerdo entre los Estados miembro.
El Ejecutivo comunitario acordó dar seis meses más de plazo después de que la Eurocámara instó a los Gobiernos a reanudar las negociaciones a fin de llegar a un compromiso, pero finalmente ha decidido retirar su propuesta después de que Letonia, que ejerció la presidencia semestral de la UE hasta el 30 de junio, le comunicó «que no había perspectiva de acuerdo» y defendió que la retirara.
Un total de once países han rechazado abiertamente la propuesta y han defendido su retirada, según han explicado fuentes europeas a Europa Press.
Se trata de Reino Unido, Francia, Países Bajos, Alemania, Hungría, Eslovaquia, Suecia, Dinamarca, Malta, Bulgaria y Estonia. El resto de países apoyaba la propuesta de la Comisión Europea y continuar las negociaciones.
La Comisión propuso en 2008 elevar hasta las 18 las semanas remuneradas por maternidad -seis semanas con el 100% de remuneración y el 85% el resto–, cuatro más que lo que marca la actual normativa europea de 1992 pero dos menos de las que viene exigiendo desde 2010 la Eurocámara.
El Ejecutivo comunitario ha querido dejar claro que a pesar de retirar la propuesta propondrá «una iniciativa más amplia» para mejorar la protección «mínima» de las madres, reconciliar mejor la vida familiar y laboral, así como facilitar el acceso de las mujeres al mercado laboral y lograr «mejoras reales» y presentará la nueva iniciativa en 2016. Antes, lanzará una consulta pública para recabar ideas de las partes interesadas, incluidos los agentes sociales. Varios grupos políticos de la Eurocámara ya han criticado a la Comisión Europea por su decisión de retirar su propuesta.
La eurodiputada de UPyD, del grupo liberal y ponente en la sombre de la propuesta, Beatriz Becerra, ha lamentado que la retirada de la propuesta es «un paso de gigante, pero hacia atrás» y ha criticado que los Gobiernos hayan «ignorado completamente» el papel de colegislador del Parlamento Europeo, al tiempo que han reclamado que se presente una nueva propuesta con medidas vinculantes.
«No han sido capaces de negociar siquiera un texto que el Parlamento había aprobado democráticamente», ha lamentado, al tiempo que ha dejado claro que seguirán reclamando «un instrumento legal que refuerce el concepto de permiso compartido».
Los socialistas también han criticado la retirada de la propuesta. «Tras cinco años de retrasos, los Estados miembro han tenido éxito en rechazar esta legislación con el argumento de que ya no es relevante», ha lamentado la portavoz de Derechos de la Mujer del grupo, Marie Arena, que ha considerado un «paso atrás» la decisión.
Desde los verdes, el eurodiputado de ICV, Ernest Urtasun, también ha criticado que «la Comisión Europea no ha desempeñado su papel, que también es empujar a los dirigentes de los Estados para encontrar un compromiso» y con la retirada del proyecto «ha recompensado a los Estados responsables del bloqueo».