El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha solicitado este viernes a Francia, a través de una extensa carta publicada en el diario Le Monde, que le dé asilo, pero el presidente francés, François Hollande, se ha apresurado a rechazar la petición.
«Soy un periodista perseguido y amenazado de muerte por las autoridades estadounidenses por mis actividades profesionales«, comienza Assange su misiva, subrayando que «jamás» ha sido «acusado formalmente de ningún delito o crimen de derecho común, en ninguna parte del mundo, incluida Suecia o Reino Unido».
«Solo Francia se encuentra hoy en día en medida de ofrecerme la protección necesaria contra, y exclusivamente contra, las persecuciones políticas de las que soy objeto», ha subrayado Assange.
«En su calidad de Estado miembro de la UE, en tanto que país comprometido durante toda su historia en la lucha por los valores que yo he hecho míos, en tanto que quinta potencia mundial, en tanto país que ha marcado mi vida y que acoge una parte (a su hijo menor y su mujer), Francia puede, si lo desea, actuar», ha defendido.
Sin embargo, el presidente francés ha rechazado la petición, considerando que la vida de Assange no está en peligro. En un comunicado, el Elíseo ha confirmado la recepción de la misiva y ha explicado que tras «una examen en profundidad» en el que se han tenido en cuenta «los elementos jurídicos y la situación material de Assange», se ha decidido que «Francia no puede dar curso a su demanda».
«La situación del señor Assange no presenta un peligro inminente» y además, añade la Presidencia francesa, el periodista australiano «es objeto de una orden europea de arresto».