El Gobierno griego ha puesto en marcha medidas especiales para facilitar a los ciudadanos el desplazamiento en todo el país durante la jornada del domingo, en la que acudirán a las urnas para decidir si apoyar, o no, la propuesta presentada por los acreedores.
El pasado lunes, el Gobierno anunciaba una semana de cierre de capitales al tiempo que ponía en marcha una serie de medidas especiales ante esta situación. Entre ellas, el transporte público gratuito en Atenas.
Para este fin de semana, un programa especial está en funcionamiento para que los ciudadanos puedan viajar hasta sus lugares de origen y así votar en el referéndum de este domingo, convocado por el Gobierno del primer ministro, Alexis Tsipras.
El precio de los billetes de tren se mantiene con el descuento del 50 por ciento, igual que durante los días laborables, pero, además, los peajes en las carreteras quedan exentos de pago.
Casi once millones de griegos están llamados a acudir a las urnas este domingo. No obstante, deben hacerlo en su lugar de nacimiento, como en el caso de la celebración de comicios generales. El Gobierno adopta por ello estas medidas para evitar un descenso en la participación.
Además, la prensa griega también ha informado acerca de la devolución de los permisos de conducir a quienes lo habían tenido que entregar por no poder hacer frente a los impuestos.
La votación para el referéndum es «mucho más sencilla que si de unas elecciones generales se tratara», apunta en declaraciones a Europa Press un abogado y representante de una de las mesas electorales en la isla de Evia, Alexandros. «Solo habrá dos papeletas, por lo que el recuento será mucho más rápido», explica.
En este sentido, desde Syriza consideran que la participación será «muy alta», indican fuentes cercanas al Ejecutivo. «Yo voto en Atenas, pero no vería como un problema el desplazarme», confiesa Dora, que votará por el 'sí'. Del mismo modo opina Pavlos, socialdemócrata, que también está a favor del 'sí' en la consulta y votará en la capital. Para que el resultado se considere válido, la participación debe ser, como mínimo, del 40 por ciento.
Miles de personas, como Nikos, viajarán el fin de semana a su tierra natal, en su caso en Komotiní, para decidir en una papeleta «el futuro de nuestro país», según sus palabras. Él tiene claro que votará por el 'no' y asegura que «vale la pena» el viaje si es «para una buena causa».