1. – ¿Fin al programa nuclear?
Es la idea central del acuerdo, las potencias internacionales (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, Francia y Alemania) han decidido levantar y reducir ciertas sanciones que pesan sobre Irán a cambio de concesiones en su programa atómico. El acuerdo cerrado en Viena limitará el programa nuclear iraní, ya que, el régimen de los ayatolás tenía muy avanzado su operatorio.
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha repetido en varias ocasiones que el gran objetivo de las negociaciones era frenar el acceso a la bomba atómica por parte de los iraníes. «Hemos frenado la expansión de las armas nucleares en Oriente Próximo», dijo en Washington el presidente de EE UU, Barack Obama. «Este acuerdo nos ofrece la oportunidad de avanzar en una nueva dirección. Deberíamos aprovecharla».
El primer resultado del acuerdo de Viena ha sido impedir (mínimo de diez años) que Irán se una al club de nueve países que poseen la bomba nuclear.
2. – El enriquecimiento de uranio solo se limita
A pesar de que se ha hecho hincapié en que el acuerdo supone la paralización del proyecto atómico iraní se deja la puerta abierta al enriquecimiento de uranio con fines de investigación y desarrollo. El elemento esencial que marca la línea entre el uranio enriquecido para formar una bomba atómica y el de investigación radica en las centrifugadoras y la potencia de las mismas. Durante los próximos diez años Irán solo podrá utilizar las IR-4, IR-5, IR-6 y IR-8, de menor potencia. Además, se harán pruebas para determinar que no se enriquece más el uranio de lo debido.
De esta manera, Irán solo podrá enriquecer uranio al 3,67 por ciento durante quince años y solo en la instalación nuclear de Natanz. Además, se reducirá el número de centrifugadoras, que pasarán de 19.000 a 5.060 y solo se mantendrán los modelos más antiguos (IR-1). Todo el uranio enriquecido por encima del 3,67 por ciento deberá ser enviado fuera de Irán o diluido, con la excepción del del reactor nuclear de investigación de Teherán.
3. – Levantamiento de sanciones
La pugna continuada entre Irán y el bloque formado por Estados Unidos y la Unión Europea han dejado al país árabe con un número alto de restricciones: contra el sistema financiero, contra el sistema energético y contra del transporte. Esos tres puntos, son los primeros que se levantarán una vez Irán de muestras de cumplir con el pacto.
La encargada de verificar los cumplimientos será la AIEA, que podría comenzar su tarea en 2016. Irán cuenta con un hándicap en su contra y es que si la comisión de investigación determina que no se han producido avances podrían volver a introducirse las diferentes sanciones.
Según ha explicado el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, el mecanismo a seguir será que uno de los miembros del 5+1 pedirá que el Consejo de Seguridad de la ONU vote una resolución ratificando el levantamiento de las sanciones, pero el país que lo pida impondrá su veto y se conseguirá así reinstaurar las sanciones.
Asimismo, las sanciones sobre la transferencia de material sensible que pueda contribuir al programa de misiles balísticos de Irán se mantendrá durante un plazo de 8 años, salvo una autorización en sentido contrario del Consejo de Seguridad. En lo que respecta a la transferencia de armamento pesado, la prohibición se mantendrá otros cinco años más.
4. – Inspecciones
El Gobierno iraní se ha comprometido a someterse a continuas revisiones e inspecciones que detallen en cada momento el cumplimiento del pacto. La AIEA podrá llevar a cabo inspecciones en el plazo de 24 días, siempre y cuando considere la situación de sospechosa. El acuerdo también permitirá a la AIEA visitar las instalaciones militares de Irán aunque solo bajo “ciertas condiciones”.
Además, la agencia de la ONU verificará durante los próximos 20 años las centrifugadoras de Irán y durante 25 años la producción de uranio, claves ambos en la fabricación de la bomba atómica.
5. – Acuerdo histórico
La respuesta de ambas partes ha sido unánime respecto al momento histórico que ha representado el pacto. El ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, ha destacado que se trata de un “momento histórico”. Por su parte, la Alta Representante de Política Exterior de la UR, Federica Mogherini, ha subrayado que “esta decisión decisión puede abrir un nuevo capítulo en las relaciones internacionales» además de constituir «un signo de esperanza para el mundo entero».
En varios medios han destacado que el acuerdo podría ser equiparables a otros grandes acuerdos de la historia. Como el de Camp Daviden en 1978 que selló la paz entre Egipto e Israel. Otros también que han supuesto un proceso histórico de paz como: la reconciliación entre China y EEUU en 1972. Los recientes con Cuba o muchos de ellos que resultaron claves a lo largo de la Guerra Fría.
Tras más de decenas de reuniones entre el secretario de Estado, John Kerry, y el ministro iraní de Exteriores con un número muy alto de plazos incumplidos y un esfuerzo final de más de dos semanas en un palacete austrohúngaro de Viena, con tensiones y nervios, gritos y amenazas de portazos. Se llegó a un acuerdo entre dos enemigos históricos.
5+1. – El recelo de Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado este martes que el acuerdo final sobre el programa nuclear iraní es un error «de proporciones históricas», al tiempo que ha advertido de que el régimen de los ayatolás tiene ahora «un camino seguro» para hacerse con armas nucleares.
«Irán obtendrá un bote, una recompensa en efectivo de cientos de miles de millones de dólares, lo que le permitirá continuar con su agresión y el terror en la región y en el mundo. Este es un mal error de proporciones históricas», ha asegurado, según informa el diario 'Yediot Ahronoth'.