El Gobierno alemán contempla la posibilidad de que la niña palestina que lloró delante de la canciller alemana Angela Merkel no sea finalmente deportada a Líbano, como temía la joven durante un evento que levantó críticas contra la mandataria por su falta de empatía a la hora de manejar la situación.
Así lo ha hecho saber la ministra de Integración alemana, Aydan Ozoguz, a Der Spiegel. «Por supuesto que no sé las circunstancias personales de la niña, pero habla perfecto alemán y al parecer ha vivido durante algún tiempo aquí», señaló Ozoguz sobre la joven palestina, llamada Reem.
«Justamente por estas circunstancias acabamos de cambiar la legislación», ha añadido. «Cada caso es diferente y debe ser examinado, pero muy frecuentemente hemos sido capaces de encontrar una solución«, dijo.
Reem participó este miércoles junto a un grupo de escolares en un programa de la televisión al que habían sido invitados para hacer preguntas a la canciller alemana.
En un vídeo que ha circulado rápidamente por las redes se ve cómo Reem cuenta que los últimos cuatro años había vivido en Alemania con su familia tras pasar por un campamento de refugiados en Líbano y asegura que puede ser deportada en cualquier momento porque sólo cuenta con un derecho de asilo temporal, según señala The Independent.
«No sé cuánto tiempo voy a permanecer aquí ni cuál será mi futuro. De verdad quiero estudiar en Alemania. Es injusto ver cómo mientras otras persona pueden disfrutar de la vida, tú no lo puedes hacer«, interpela a Merkel.
En el vídeo se aprecia cómo la canciller se sorprende ante la pregunta de la niña, para responder a continuación: «Entiendo lo que dices, sin embargo la política a veces es dura».
Tras la viralización del evento, el portavoz del alcalde de la ciudad de Rostock, donde vive la joven, avanzó que el Gobierno local no tenía la más mínima intención de deportar ni a la pequeña ni a su familia.