Lejos de cerrar la polémica de esta semana por su falta de empatía a la hora de manejar una situación con una niña palestina, Angela Merkel ha vuelto a reavivar la controversia y a hacer gala de su gélido e impasible carácter. «Mi gesto estuvo bien. ¿Por qué me debería enfadar?», declaró la canciller alemana en una entrevista en la cadena de televisión ARD.
Merkel considera que la respuesta que dio a la adolescente palestina fue la correcta. Además, ha recordado que Alemania es «un estado de derecho» y el hecho de que una refugiada cuente su caso no debe servir para alterar sus opciones de obtener el permiso de residencia. La máxima mandataria germana ha asegurado que el «destino de una persona» no se debe ver influido porque te has «encontrado a la canciller».
La polémica se produjo el pasado jueves cuando la joven palestina participaba junto a un grupo de escolares en un programa de la televisión al que habían sido invitados para hacer preguntas a la canciller alemana. En un vídeo que circuló rápidamente por las redes se ve cómo la joven cuenta que los últimos cuatro años había vivido en Alemania con su familia tras pasar por un campamento de refugiados en Líbano y asegura que puede ser deportada en cualquier momento porque sólo cuenta con un derecho de asilo temporal.
«No sé cuánto tiempo voy a permanecer aquí ni cuál será mi futuro. De verdad quiero estudiar en Alemania. Es injusto ver cómo mientras otras persona pueden disfrutar de la vida, tú no lo puedes hacer«, espetó a Merkel.
En el vídeo se aprecia cómo la canciller se sorprende ante la pregunta de la niña, para responder a continuación: «Entiendo lo que dices, sin embargo la política a veces es dura».
Tras la viralización del evento, el portavoz del alcalde de la ciudad de Rostock, donde vive la joven, avanzó que el Gobierno local no tenía la más mínima intención de deportar ni a la pequeña ni a su familia.