Un matrimonio francés ha fallecido cuando se encontraba de vacaciones en el Parque Nacional White Sands de Nuevo México (Estados Unidos) con su hijo de nueve años. El pequeño se ha salvado gracias a que sus progenitores le dieron todo el agua que tenían.
Los tres se adentraron en una ruta dentro del parque llamada Alkali Flat. Era un camino desértico, con unas temperaturas superiores a los cuarenta grados. Además, los tres turistas no tenían agua suficiente para los tres. La primera en desfallecer fue la madre, a la que los equipos de emergencia encontraron a 600 metros del padre y su hijo. Después de abandonarla ahí, los dos varones siguieron caminando hasta que el padre también desfalleció. Los servicios de rescate encontraron al niño vivo debido a que ambos padres le habían dado todo el agua a él prefiriendo salvar su vida.
«Es por eso que está vivo. Él estaba bien hidratado, en comparación con los otros dos», declaró el Sheriff del condado, Benny House.
Según expertos, ese lugar es peligroso, y no conviene adentrarse durante las horas más calurosas del día. En 2011 una joven también falleció en similares circunstancias que los turistas franceses en el mismo lugar.