Amnistía Internacional (AI) ha exigido este martes que se investigue urgentemente a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU en República Centroafricana por supuestamente violar a una niña de 12 años y asesinar indiscriminadamente a un chico de 16 y a su padre.
Los incidentes tuvieron lugar en un enclave musulmán de Bangui, la capital del país, el 2 y el 3 de agosto por tropas de la Misión de Estabilización Multidimensional de Naciones Unidas en República Centroafricana (MINUSCA, en sus siglas en inglés), según la organización.
«Se debe abrir una investigación civil independiente de manera urgente y aquellos que estén implicados deben ser suspendidos inmediatamente«, ha destacado en un comunicado la consejera superior de respuesta a la crisis de AI, Joanne Mariner.
Amnistía Internacional interrogó a la niña, a sus familiares y a otros 15 testigos inmediatamente después de que se produjesen los hechos. Además, una enfermera examinó a la víctima encontrando pruebas evidentes de la agresión sexual.
AI ha explicado que, el 2 de agosto, en un registro domiciliario, 'un casco azul', que vestía un chaleco de la MINUSCA, encontró a la niña escondida en el baño, la sacó de la casa y la violó detrás de un camión. «Cuando grité, me golpeó fuerte y me tapó la boca con su mano», ha declarado la menor.
Ese día también se produjeron enfrentamientos armados entre las fuerzas de la ONU y los residentes del enclave musulmán. A la mañana siguiente, los 'casos azules' volvieron al barrio de Bangui y, en un nuevo intercambio de fuego con unos jóvenes que habían construido una barricada, Balla Hadji, de 61 años, y su hijo Souleimane Hadji, de 16, fueron alcanzados por las balas enfrente de su casa.
Al oír los disparos, Balla salió para pedir a su hija, que visitaba a un vecino, que volviese, fue en ese momento cuando las tropas le dispararon, ha asegurado un vecino. Souleimane también fue tiroteado al ir a socorrer a su padre.
La familia ha criticado que las tropas, en lugar de ayudar a transportar a los dos heridos al hospital, lanzaron una nueva ofensiva cuando la hija intentó cruzar la calle.
Los soldados de Naciones Unidas no estaban en peligro, pero dispararon de forma indiscriminada, han comentado algunos testigos a AI. «Iban a disparar a todo lo que se moviera», ha afirmado otro vecino.
Política de tolerancia cero
Mariner ha pedido que la niña reciba tanto cuidados médicos como psicológicos. Asimismo, ha afirmado que «las fuerzas de mantenimiento de la paz en Bangui deberían revisar sus normas de contratación para asegurase de que toman todas las precauciones factibles para evitar la muerte de civiles».
Un portavoz de la MINUSCA ha asegurado que la operación de Bangui fue llevada a cabo por la Policía de Ruanda y Camerún pertenecientes a las fuerzas de mantenimiento de paz de Naciones Unidas. También ha señalado que se ha abierto una investigación interna.
En los últimos meses, la ONU ha sido criticada por la falta de una respuesta adecuada a las acusaciones de abusos sexuales a menores a manos de sus fuerzas en República Centroafricana. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha creado un grupo para gestionar estas acusaciones.
«Tanto la ONU como los países que aportan contingentes a las tropas (internacionales) deberían adherirse plenamente a una política de tolerancia cero de la explotación y el abuso sexual«, ha afirmado Amnistía Internacional.