Más de 10.000 personas han sido evacuadas por las inundaciones registradas en la provincia argentina de Buenos Aires, que han obligado a los ministerios nacionales de Seguridad, Desarrollo Social, Salud, Planificación y Defensa a poner en marcha un operativo conjunto para brindar apoyo y recursos a los municipios afectados por las fuertes lluvias.
Los efectivos desplazados a la zona también se están encargando de la evacuación de los afectados, distribución de alimentos, asistencia sanitaria y seguridad. «El gobierno nacional dispuso el refuerzo de seguridad en las zonas afectadas en coordinación con efectivos de Infantería, Bomberos y Defensa Civil bonaerenses», ha explicado el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni.
«Ante la emergencia pusimos en marcha el protocolo para inundaciones que establece primeramente la provisión de agua potable, alimentos, vacunas y medicamentos para los afectados», ha agregado el funcionario argentino, que indicó que si bien el agua está bajando, la situación es aún «preocupante».
Las zonas más afectadas por las inundaciones son las ciudades bonaerenses de Luján, Lobos, San Antonio de Areco, Salto, La Matanza y Arrecifes, según detalla la agencia de noticias estatal, Télam.
La previsión del Servicio Meteorológico Nacional apunta a un posible incremento de las precipitaciones en las zonas costeras del Río de la Plata y del delta del río Paraná, que provocaría una crecida de las aguas.
Por ello, el Ministerio de Seguridad ha enviado a La Matanza –donde hay unos 1.200 evacuados– y a Salto –más de 600 evacuados– dos autobombas de la Policía Federal equipadas para salvamento, con cuatro botes y bomberos especialistas en rescate.