Miles de refugiados sirios, afganos e iraquíes, mayoritariamente, permanecen atrapados y en riesgo severo de violencia después de que las autoridades macedonias sellaran el jueves la frontera sur del país, según ha informado Amnistía Internacional.
La situación se deterioró cuando el Gobierno macedonio declaró dos de las zonas fronterizas como «regiones en crisis», cerró la frontera sur que une el país con Grecia y solicitó apoyo militar.
Según Amnistía Internacional, una unidad de Policía antiterrorismo desplegada en la frontera ha proporcionado palizas y ha hecho uso de agentes antidisturbios e incluso ha disparado al aire para frenar el avance de los refugiados. Además, se han colocado vallas con alambre a lo largo de la frontera para evitar el paso de inmigrantes.
«Todo país tiene la autoridad de patrullar sus propias fronteras, pero este tipo de reacción paramilitar es un inaceptable retroceso en la violación del Derecho Internacional», ha afirmado el subdirector para Europa de Amnistía Internacional, Gauri van Gulik.
«Las autoridades macedonias están respondiendo como si estuvieran tratando con personas amotinadas en lugar de con refugiados que han huido del conflicto y la persecución», ha añadido.
Además, Gulik ha explicado que si las informaciones sobre el uso de palizas y armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad es cierto, significaría una escalada muy preocupante de la ya de por sí tensa situación.
«Todos los países tienen el deber de proteger a quienes huyen del conflicto y la persecución, y Macedonia no es una excepción. Cuando el sistema no puede sobrellevar (la situación), mejoras el sistema, no paras a la gente que entra (en el país)», ha expresado.
Violenta acción policial
Un testigo de la parte griega de la frontera ha asegurado a Amnistía Internacional que las Unidades de Reacción Rápida de Macedonia, una unidad policial antiterrorista, han proporcionado palizas a los refugiados que intentaban entrar en el país y han disparado al aire por encima de ellos. Una ONG local también ha confirmado el uso de balas de goma.
Informaciones de algunos medios y diversos vídeos han mostrado cómo la Policía macedonia ha llevado dicho comportamiento violento contra estas personas. El Ministerio del Interior de Macedonia ha emitido un comunicado en el que afirma que también se han usado granadas de contusión.
Un hombre sirio ha declarado a Amnistía Internacional desde la parte griega de la frontera que, en los últimos dos días, «el Ejército macedonio ha estado reprimiendo a al menos 1.000 personas en esta zona, entre ellos familias y muchos niños pequeños, que intentaban cruzar la frontera». «Grupos de unas diez tropas macedonias con uniforme militar se encuentran desplegados por los 50 metros de frontera», ha relatado.
«Las autoridades del país deben garantizar que cualquier fuerza policial y militar desplegada a lo largo de la frontera respeta el Derecho Internacional y las normas sobre el uso de la fuerza y de armas de fuego», ha explicado Amnistía.
«En lugar de acordonar la zona, las autoridades macedonias y griegas deben centrarse en proporcionarles refugio, comida, ropa y cuidados médicos, con ayuda de la comunidad internacional si es necesario«, ha agregado.
Amnistía Internacional ha pedido con urgencia a las autoridades macedonias que cumplan con las obligaciones internacionales con respecto al trato hacia los refugiados. Para ello, ha recomendado permitir refugio a quienes buscan asilo en el país, no hacer uso de la fuerza contra ellos.