La expulsión de Jean Marie Le Pen del partido que fundó, el ultraderechista Frente Nacional, ha dividido a sus potenciales votantes, hasta el punto de que sólo la mitad de ellos respalda dicho castigo, impulsado por la actual líder, Marine Le Pen.
El fundador del Frente Nacional ha sido repudiado públicamente desde que dijo que las cámaras de gas nazis eran un «detalle» en la historia. Comenzó entonces una sucesión de desencuentros que concluyó el jueves pasado con la expulsión definitiva del patriarca.
A pesar del apoyo mayoritario que ha suscitado este cese entre la militancia de la formación ultraderechista, una encuesta difundida este lunes por Le Figaro refleja división entre los simpatizantes. Un 53 por ciento apoya la expulsión, mientras que un 22 por ciento la critica.
A nivel general, el caso Le Pen parece no importar a la ciudadanía gala, ya que un 51 por ciento dice ser indiferente a esta lucha interna. No obstante, son más quienes respaldan que Marine Le Pen expulse a su padre (38 por ciento) que los que no lo apoyan (11 por ciento).
La decisión de expulsar a Jean Marie Le Pen confirma la ruptura entre el presidente de honor del Frente Nacional y su hija, Marine Le Pen, secretaria general, que ha tenido que distanciarse de su padre para eludir así las críticas por antisemitismo en un momento clave para los ultraderechistas, que por primera vez en años se sitúan a la cabeza en intención de voto.