Venezuela ha amenazado este martes con extender el cierre de la frontera con Colombia a otras localidades, reclamando al país vecino una «mayor reciprocidad» para pacificar la línea limítrofe, en el marco de la escalada de tensión bilateral.
«Me dicen que hasta hace poco el dólar paralelo lo marcaban por Cúcuta, pero ahora se mudaron para Maicao. Si tenemos que seguir cerrando fronteras, lo haremos», ha dicho el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Cabello ha aclarado que, aunque no es la intención del Gobierno venezolano, el bloqueo de otros pasos fronterizos podría ser la única solución hasta que se normalice la situación en la demarcación entre ambos países.
Además, ha sostenido que «el problema de los colombianos en la frontera es de Colombia, y no de Venezuela», a pesar de que la crisis humanitaria se desató la semana pasada con el cierre ordenado por el Palacio de Miraflores.
Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, ha reclamado «mayor reciprocidad» a Colombia. «No puede seguir ocurriendo que exista un deslizamiento de la responsabilidad de Colombia a otros estados», ha dicho en una rueda de prensa.
Rodríguez ha vuelto a denunciar el «altísimo contrabando» en la frontera, que –argumenta– ha afectado a la economía venezolana, y ha exigido al país vecino que responda «con mucha firmeza» a los delitos en la línea limítrofe.
A pesar de las críticas, la ministra de Exteriores ha confiado en que durante la reunión que sostendrá el miércoles con su homóloga colombiana, María Ángela Holguín, ésta presente «un plan minucioso para poder frenar esta situación».
Ataque transfronterizo
La tensión entre Colombia y Venezuela se ha disparado desde el pasado miércoles por al ataque que tres miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) sufrieron por parte de «paramilitares» desde el lado colombiano.
«Ya tenemos identificados a todos los asesinos que atacaron a los jóvenes de nuestra FANB», ha anunciado este martes el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en una rueda de prensa celebrada en el Palacio de Miraflores.
Maduro ha detallado que se trata de seis personas, tres colombianas y tres venezolanas, de las cuales solo una ha sido detenida: «Erika Moncada Higuita, de 29 años y esposa del jefe del grupo paramilitar» responsable del ataque.
Maduro ha explicado que estas personas «actuaron bajo órdenes directas de grupos paramilitares colombianos y la mujer recibió 100 millones de pesos por hacer la emboscada contra los soldados venezolanos», de acuerdo con Noticias 24.
Crisis bilateral
En respuesta al ataque, Maduro ordenó el jueves el cierre de los pasos fronterizos de San Antonio del Táchira y Ureña durante 72 horas, pero el domingo lo renovó y declaró el estado de excepción en algunos municipios de la línea limítrofe.
El dirigente izquierdista ha ordenado igualmente «tomar medidas extraordinarias» para «extirpar la raíz criminal en la frontera» que pasan, principalmente, por mantener «al máximo nivel» la presencia policial y militar en la zona.
El líder 'chavista' ha achacado este aumento de la violencia al incesante flujo de colombianos a Venezuela, algunos de los cuales «vienen huyendo de la guerra», si bien otros «han traído el fenómeno del tráfico de drogas».
«Un éxodo como este solo es comparado con lo que está pasando ahorita en África y Asia hacia Europa y sabemos que vienen huyendo del terrorismo, de la guerra, de la miseria», ha sostenido, en declaraciones recogidas por la prensa local.
Maduro ha recordado que Venezuela «es un país del tercer mundo que también está intentando superar la pobreza», por lo que ha llegado «al punto límite del éxodo que puede aguantar». «Hay que hacer un plan especial humanitario y pido apoyo internacional», ha dicho.