Puerto Rico está invadido por iguanas. Así lo han determinado las autoridades de este país del mar Caribe, ya que estos reptiles han superado el número de la población nacional de este Estado, 4 millones de habitantes. El principal motivo de su gran crecimiento (fueron introducidas a través del mercado de especies exóticas) ha sido la ausencia de depredadores naturales.
Las autoridades puertoriqueñas han formado grupos de voluntarios para intentar controlar la reproducción y población de esta especie. Desde el año 2008 hasta la fecha, han logrado eliminar aproximadamente 13.000 huevos de la población, un número grande, pero que a juicio de los expertos deberán realizar durante los 15 o quizás 20 años próximos.
Otros puertorriqueños han apostado por darles caza gratuitamente y con ello apoyar a los agricultores en la protección de sus cultivos. Además, la formación de grupos de personas, como los 'Iguaneros de Aguada', no solo realiza la caza, sino que animan a los ciudadanos a probar la carne de iguana verde, mostrando cómo prepararla y cocinarla de manera segura.
En algunos países de América Central y Sudamérica, las iguanas verdes forman parte de la cocina local, razón por la que están protegidas por leyes que limitan la caza de la especie. El Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) regula la dieta y comercio de este animal porque, «aunque no estén consideradas como especie en peligro de extinción», su negocio debe estar controlado para no exterminar la especie.
Incluso se ha llegado a grabar un corto de ‘National Geographic’ en el que se explica porque la iguana verde es un peligro rear para Puerto Rico.