El único miembro de la familia Kurdi que sobrevivió al hundimiento de una embarcación con refugiados frente a las costas de Turquía ha contado los momentos más dramáticos de un naufragio que ha sacudido las conciencias de la comunidad internacional: «Mis hijos se me escaparon de las manos», declaraba. La imagen del cadáver de Aylan, de tres años, tendido en una playa turca ha escandalizado a la opinión pública internacional. Junto a él, también perdieron la vida su hermano Galip, de cinco años, y su madre, Rehan, de 35; además de otras nueve personas que les acompañaban en el intento de llegar a territorio europeo.
Abdulá, además, ha llamado la atención sobre los medios para dar a conocer su historia y evitar «que cosas como éstas les pasen a otros», según explicaba el padre de la familia Kurdi a la prensa, a quienes también ha contado el drama vivido mientras trataban de «escapar de la guerra». Incluso ha afirmado que pagó dos veces a la mafia para intentar escapar a Grecia y que, al no conseguirlo, se buscó la vida junto a su familia para subir a esa embarcación junto a otros inmigrantes.
Abdulá ha explicado que la embarcación comenzó a llenarse de agua y los ocupantes se pusieron de pie, terminando de hundirla. «Sostenía la mano de mi mujer. Mis hijos se me escaparon de las manos. Intentamos subir al barco», contaba, desolado, el padre de la familia Kurdi. «Todo eran gritos y oscuridad. No pude lograr que mi mujer y mis hijos me oyeran», ha dicho también en su declaración ante las autoridades, recogida por el periódico turco 'Hurriyet'.
La familia había estado intentando conseguir asilo en Canadá tras huir de la localidad de Kobani, en el norte de Siria, que durante meses estuvo controlada por Estado Islámico, según ha contado uno de sus familiares a un diario canadiense. «Escuché la noticia a las 5:00 horas de esta mañana», ha contado Teema Kurdi, hermana de Abdulá y residente en Vancouver, citada por el diario canadiense 'National Post'. Teema fue contactada por la esposa de uno de los hermanos de Abdulá. «Había recibido una llamada de Abdulá, y todo lo que dijo fue 'mi mujer y mis dos hijos están muertos'», ha relatado.
El Gobierno de Canadá niega que la familia solicitase su protección
Abdulá, su mujer y sus dos hijos habían realizado una solicitud de asilo con apoyo privado ante las autoridades canadienses que fue rechazada en junio por complicaciones con las solicitudes desde Turquía, ha aclarado Teema. «Yo estaba intentando patrocinarles, y mis amigos y mis vecinos me ayudaron con los depósitos bancarios, pero no pudimos conseguir sacarlos y por eso se subieron en un bote», ha precisado. «Yo incluso les pagaba el alquiler en Turquía, pero es horrible el modo en que tratan a los sirios allí», ha añadido.
Por su parte, el Gobierno de Canadá ha matizado también este jueves que no recibió ninguna petición de asilo para el niño Aylan Kurdi y su familia directa, tal como confirmaba la tía del pequeño fallecido.
«No se merecían morir, no se lo merecían. Iban buscando una vida mejor. Esto no tendría que haber ocurrido», ha lamentado la mujer en declaraciones a los medios. «Para ser sinceros, no quiero culpar sólo al Gobierno canadiense. Culpo a todo el mundo de lo que pasó», ha añadido.
El primer ministro del país norteamericano, Stephen Harper, ha lamentado la «terrible tragedia» vivida por la familia Kurdi, pero ha matizado que la información sobre la supuesta denegación del asilo «no es correcta». Un portavoz de la oficina de Ciudadanía e Inmigración, Jean-Bruno Villeneuve, ha confirmado también que «no hay ningún registro de solicitud para Abdulá Kurdi y su familia».