El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha reclamado este lunes «solidaridad» para responder a la crisis de refugiados en Europa y recordar que detrás del debate sobre «cuotas» existen «personas y vidas» humanas, al tiempo que ha defendido que se necesita promover «una política de inmigración y asilo global» y evitar «el terror que hemos visto en Europa» en alusión a la Segunda Guerra Mundial y la persecución de los judíos por los nazis.
«Tenemos que decidir qué tipo de Europa queremos. Una Europa que se defiende del mundo exterior o una de solidaridad», ha avisado durante la apertura del pleno de la Eurocámara en Estrasburgo.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentará al miércoles ante el pleno un paquete de medidas para hacer frente a la crisis de refugiados, incluido un nuevo mecanismo de reubicación temporal de 120.000 refugiados que se encuentran en Hungría, Grecia e Italia, que se deberán repartir los Estados miembros en base a un sistema de cuotas que ya rechazaron en el pasado. «Hemos hablado de cifras, cuotas, Schengen y demás. No olvidemos que en todos estos debates hablamos de personas y de vidas», ha advertido Schulz.
El presidente de la Eurocámara ha recordado que los refugiados huyen de manos de «criminales» como los terroristas del Estado Islámico que han destruido Palmira y ha defendido que vienen «porque creen en nuestro valores».
Por ello, a pesar de «los dramáticos incidentes» en las últimas semanas y la «desestabilización» en «muchos» países de la UE que ha provocado la crisis de refugiados, el eurodiputado socialdemócrata alemán ha pedido tomarse «muy en serio» a los refugiados que se encuentran en «trenes y parques» y garantizarles «ropa, alimentos y agua y juguetes para sus hijos».
«Esto es un desafío global y no nos enfrentaremos a los desafíos con medidas individuales ni con el aislamiento. A la luz de este desafío global necesitamos una política de inmigración y asilo global», ha concluido, al tiempo que ha apelado a la necesidad de evitar que «el terror que hemos visto en Europa nunca más se vuelva a ver».